Contra vientos y mareas, terminan este domingo en Las Tunas las distintas actividades concebidas en el amplio y diverso plan de verano, pese a las complejidades económicas y la presencia en el país de la Covid-19. Y que casi al final la temporada tuvo las incidencias negativas del paso de la tormenta tropical Laura, aunque la provincia salió casi ilesa.
Los ocho municipios despedirán la tradicional etapa estival de julio y agosto a sus respectivas maneras y a sabiendas de que pese a las limitaciones de recursos, los organismos coordinadores y abastecedores realizaron ingentes esfuerzos para cumplir en lo posible con las expectativas de los vacacionistas.
En la labor conjunta estuvo presente el apego al cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias previstas para evitar la propagación de la epidemia, cuestión que favoreció en la no detección de casos en las áreas destinadas a la recreación masiva.
Muchos vacacionistas entrevistados en los distintos medios de comunicación masiva han reconocido el esfuerzo del Estado para ofrecer aceptables condiciones en el despliegue de opciones para los distintos grupos etarios, aunque no han dejado de señalar las incongruencias detectadas que deben tenerse en cuenta para erradicarlas en las sucesivas temporadas, entre ellas la relacionada con los altos precios de productos alimenticios en las zonas de playas.
Cuestión destacable es que el gran volumen de ofertas sin descuidar las tareas básicas de la población, principalmente las relacionadas con el enfrentamiento a la Covid-19, la producción de alimentos, los servicios y las demás cuestiones de la etapa de recuperación, según expresó Jaime Chiang Vega, vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial.