Pese a la emisión de sistemáticos argumentos ofrecidos por la máxima dirección de Cuba sobre la necesidad de redoblar los esfuerzos laborales para rescatar los planes de la economía como cuestión esencial para avanzar, frente a la compleja situación, pareciera que muchas personas en la oriental provincia de Las Tunas están al margen de la gravedad actual porque no aportar la imprescindible y se entretienen con severas críticas a supuestas insuficiencias y faltas de gestiones del Gobierno para garantizar los imprescindibles abastecimientos.
Lamentablemente bastante de los que adoptan tales posiciones no comprenden con exactitud que para impulsar el despegue necesario hacen faltas decisivos esfuerzos de todos los ciudadanos, desde sus respectivas posiciones en la sociedad.
Debe tenerse mayor entendimiento acerca de que las carencias no desaparecerán con andanadas de comentarios sobre cómo cada cual piensa sobre las posibles soluciones, que a veces son imposibles o muy costosas, sino con la eficiente contribución personal en las tareas.
Tardará largo tiempo en darse el vuelco deseado al presente panorama, si no asumimos que cada uno tiene la responsabilidad de ayudar con lo que le corresponde para empujar el enorme y complicado carro de la economía.
Las calles y los establecimientos congestionados de personas diariamente pueden deducir que en los cómputos figuran cuantiosas cifras de trabajadores y campesinos, ausentes de sus puestos, aunque hayan firmado el libro de entrada o justificado la ausencia.
Obviamente, en las multitudes de buscadores de recursos o deambulantes no solo están desempleados, jubilados, amas de casas, cumplidores de las jornadas laborales, acogidos a las facilidades del teletrabajo, trabajo a distancia o reajustes de horarios por distintas circunstancias.
No se trata de que los creadores de las riquezas o servidores públicos no tengan necesidad de salir a encontrar los bienes imprescindibles para vivir, sino de que cumplan con lo pactado para incidir a la reanimación de la nación. Por eso, las sugerencias van enfiladas a que las administraciones eleven la exigencia en el cumplimento con calidad de los programas acordados, de acuerdo a las condiciones existentes en cada lugar.
Las variantes laborales están oficializadas, por lo que se mantiene prohibido el uso indebido de las finanzas; en relación con eso, no tiene cabida el pago de salarios sin respaldos productivos.
En la provincia aplican fórmulas para atenuar el desespero de la ciudadanía en las gestiones de los productos de primera necesidad y que paulatinamente regrese la calma en todos los ámbitos, incluyendo el laboral. Entre ellas figuran como esenciales las ventas por núcleos familiares de las mercancías básicas que se expenden en la red de tiendas de Cimex y Caribe, la distribución cada vez más cercana a las comunidades y el enfrentamiento a coleros, acaparadores y revendedores, cuestiones que requieren de perfeccionamiento para continuar logrando mayor satisfacción de la población.
Cuantiosos pobladores de la capital tunera consideran que las tensiones fueran menores si hubiera mayor presencia de renglones agropecuarios en las tarimas de mercados y placitas. El asunto mantiene insatisfacción porque la población sigue sin encontrar similitud entre los planes de siembra, cosecha y per cápita que se informan con los renglones llegados a la mesa; ejemplo de eso, está en que la clientela no logró las expectativas con la ampliamente divulgada campaña de siembra de primavera de cultivos varios, y ya entramos en la de frío, sin sustanciales cambios en los desabastecidos lugares de expendios.
Muchas personas andan interesados con el contenido del tabloide especial sobre Cuba y su desafío económico y social, que circula por el país con una síntesis de la Estrategia Económica-Social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la Covid-19, pero lo más importante es que cada cual asuma su parte para materializar las directrices centrales del Estado.
Con claridad el material traza el rumbo a seguir, como demostración de la voluntad gubernamental de salir adelante con el aporte de todos y la decisión de continuar progresando, a pesar del férreo bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.