Como te lo
cuento, con la llegada de noviembre, entramos en el 11 mes del año. En otras
palabras, nos situamos a las puertas de la despedida del 2012 y la celebración
del triunfo de la Revolución.
Quizás no
sepas que el onceno mes recibe las emociones de octubre, que deja cosas buenas
y malas en el ambiente y en las vidas de los tuneros.
Bueno, con
trazos de halagos nos queda la exitosa participación en las elecciones de
delegados del Poder Popular en las barriadas y las ocho asambleas municipales,
aunque quedan por seleccionar en segunda vuelta en más de 90 demarcaciones. En
este proceso, la democracia participativa del pueblo volvió a brillar.
Igualmente
se ponía a término la computación de los datos del Censo Nacional de Población
y Viviendas, que contribuirá a delinear las acciones en la actualización del modelo
económico y social de la nación.
En sentido
general, Las Tunas consolidaba los avances de manera integral, aunque se
subraya la necesidad de trabajar más exhaustivamente en todos los sectores para
logar mayores éxitos superiores.
En un abrir
y cerrar de ojos, en la madrugada del jueves 25, frente a la marcha vertiginosa
del territorio volvía a interponerse la furia del lado violento de la Naturaleza.
A cuatro años del huracán Ike, del cual no nos hemos recuperado totalmente, el
caprichoso Sandy nos tocaba, aunque levemente con más afectaciones en los
municipios de Puerto Padre y Jesús Menéndez, donde hizo mayores estragos el
evento meteorológico del 2008.
Junto a
nuestro apretado paso para restañar las heridas del meteoro, la solidaridad se
eleva a planos elevados para ayudar a resarcir las cuantiosas
pérdidas en el oriente de Cuba,
fundamentalmente en Santiago, Holguín y Guantánamo, que fueron las provincias
más golpeadas.
Con
agilidad, esencialmente a Santiago han llegado los auxilios de los tuneros en
diferentes ramas, entre ellas cinco brigadas de linieros para restablecer los servicios:
tres de la Empresa Eléctrica y dos de ETECSA.
La tristeza
por las pérdidas humanas y materiales de nuevo levantar las dotes de la cooperación,
y los tuneros tienden las manos a los más necesitados, quizás en cierta
compensación al apoyo recibido cuando los huracanes Ike y Paloma destrozaron a
la provincia.
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