Si supieras
que en esta temporada del año, ando gustosamente por el rastro de la gran
variedad de frutas, que están al alcance de la ciudadanía.
Mi gran
afición al consumo de ellas, hace que transite por la etapa con tremendo
placer.
Los pobladores
a su manera escogen entre el consumo natural, los batidos y los dulces
criollos.
En mi caso
particular, me alimento cotidianamente con ellas, y de ahí el placer de abastecerme
para consumirla de forma natural para no tener que prepararla con azúcar y así
evito la violación del balance dietético.
Aparecen con
facilidad: mango, fruta bomba, chirimoya, piña, níspero, mamey zapote, ciruela,
guayaba, platanito, marañón, maracuyá, coco, anón, naranja y otras especies.
Bueno, en cada rincón de la ciudad, los mercados
muestran el rescate y la producción de buena diversidad, cuestión en la que
influye la incorporación de pequeños cultivadores, proyectados sobre la base de
la aplicación de la ciencia y la técnica a partir de viveros tecnificados en
los ocho municipios de la oriental provincia de Las Tunas.
.A tono con
los avances productivos se promueve el jugo natural en diferentes puestos,
especialmente en una unidad en el bulevar, en el centro de la ciudad capital, y
en las entradas de acceso a ella.
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