miércoles, 4 de junio de 2014

¡Ojala perdure la tranquilidad inicial!


Los desagradables recuerdos por los desastres naturales sufridos en Cuba a través del tiempo, me permite fijar el deseo de que sea tranquila como al inicio la actual temporada ciclónica, establecida del primero de junio al 30 de noviembre.

Regularmente junio se comporta como el mes más lluvioso en Las Tunas, pero todavía no ha presentado cartas credenciales, pese a que por las tardes se nubla. Hay humedad ambiental porque abril y mayo dieron buenos aportes en lluvia, especialmente para el sureño municipio de Jobabo, que calmó la sed por la intensa sequía.
Por lo general, los ciclones o huracanes cruzan por este territorio en septiembre y octubre, aunque siempre hay que estar alertas como orienta la Defensa Civil para evitar sorpresas. Así lo confirmaron Ike y Paloma, que nos afectaron respectivamente en los mencionados meses del año 2008, y todavía existen enormes secuelas como la destrucción de más de 80 mil viviendas, de las cuales miles no se han restablecido.
Las estructuras de la Defensa Territorial y la población en sentido general han entrenado para estar en mejores condiciones de enfrentar cualquier evento climatológico de grandes magnitudes.
Las presas, que están por debajo del 40 por ciento de llenado, poseen condiciones para embalsar altos volúmenes de agua, si se presentará una época lluviosa. Técnicamente resisten determinado período húmedo, salvo excepciones de algunas de la Agricultura
Independientemente de la preparación teórica y práctica, me incluyo entre los miles de tuneros que deseamos no tener que enfrentarnos a ninguna situación climatológica de gran intensidad.
Rogamos que se cumplan los pronósticos que auguran una temporada normal o poca activa para nuestra región geográfica.  
.



No hay comentarios:

Publicar un comentario