viernes, 22 de agosto de 2014

Nuevos bríos


El sueño, la piscina y la visita a centros turísticos sellaron mis vacaciones de verano, aunque sin salir del querido terruño.
En un ambiente familiar, tanto en la casa como en las visitas, colmaron mis 15 días de descanso, que sirvieron para darle espantar el estrés.

Así puede concretar un necesario descanso en las labores habituales del centro laboral, aunque no del todo porque tuve que orientar algunos temas para el semanario y seguir diariamente el acontecer en las páginas web institucional y personal.
Siguiendo la tradición en Cuba, el verano funcionó como temporada para reencuentros familiares y amistosos, pues las personas acostumbran a moverse por razones íntimas o de otras índoles
En la casa el juego de dominó ocupó buen espacio de tiempo, aunque levantó algunas algarabías, que tradicionalmente matizan tal ambiente.
Aunque no poseo la estadística exacta, creo que estuvo a mi favor la tabla acumulativa, independientemente de que no tuve un compañero fijo en el dominó. Un hermano y los dos hijos fungieron como pareja, indistintamente.
Ahora de vuelta al trabajo, estoy en buenas condiciones para seguir desarrollando mis funciones profesionales y directivas.
Con la mente fresca, me entrego a la cotidianeidad con nuevos bríos y con el deseo de un desempeño superior.

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