Alegría con ribetes de bravura

Los cubanos no cesamos en la consecución de momentos alegres. Muchas razones nos han convertido en soñadores, realizadores y disfrutadores de la obra común, que hemos construido con tantos esfuerzos y valentía en beneficio de todos.

En 56 años de Revolución, hemos aprendido que la solidaridad humana constituye uno de los baluartes, fortalecidos al fragor de las batallas para salir adelante.

Cualquier esfera de la vida, archiva incontables manifestaciones de lo que hemos hecho con la integración de elementos  individuales y colectivos.

Uno de los últimos hechos, de las victorias que regocija a la mayoría de más de 11 millones de cubanos ha sido la liberación de Ramón Labañino, Antonio  Guerrero y Gerardo Hernández, tres de los Cinco héroes, que mantuvieron encarcelados injustamente en Estados Unidos.

Sus liberaciones antecedidas por las de René y Fernando, se inscriben en los tantos éxitos protagonizados por el pueblo cubano con la solidaridad de muchas personas y organizaciones en el mundo entero, frente al poderío norteamericano durante más de 16 años.

Hoy sentimos, que cada cual posee un pedacito en la gigantesca victoria de Cuba frente a Estados Unidos, el estado más poderoso del orbe.

Junto con la llegada de los tres, empezó a abrirse el camino hacia el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, rotas por el prepotente imperio del norte, disgustado por el triunfo de la Revolución, el primero de enero de 1959.

A más de medio siglo del absurdo e inhumano bloqueo del gigante imperial contra la Mayor de Las Antillas, vemos ensancharse la senda de los triunfos de los cubanos y del retroceso norteamericano.

Ahora vamos hacia a la normalidad con los ojos bien abiertos para no dejarnos engañar con sus mañas y los mismos objetivos de querer derrotar nuestro autóctono socialismo en bien de todos.

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