La defensa
de la Patria figura entre las principales tareas de la Revolución Cubana, que ante coyunturas de recrudecimiento de las
amenazas del imperialismo yanqui, demanda extremar las acciones de preparación combativa
del pueblo con la noble intención de no ser sorprendidos, si el enemigo osa
agredirnos.
Por eso, constantemente, desde hace más de medio siglo, activan elementos de la doctrina militar de la Guerra de Todo el Pueblo,
diseñada para involucrar a todos los patriotas en el adiestramiento para la
lucha armada contra el probable agresor con la decisión de infringirle la derrota
en cualquiera de las circunstancias imperantes.
El actual refuerzo
de las presiones guerreristas de la Administración Norteamericana para tratar
de cambiar el curso progresista en las naciones de América Latina y el Caribe,
con acento en Venezuela, Nicaragua y Cuba, por tener orientación socialista, nos
advierte la posibilidad de una nueva intervención como ocurrió en abril de 1961
cuando la invasión mercenaria por Playa Girón, que terminó en el triunfo cubano,
conocido como la primera gran derrota militar del imperialismo en América.
Pese a la
furia intervencionista de la mayor potencia del mundo, la población civil de la Isla sigue con regularidad las
distintas tareas económicas, políticas y sociales, aunque los cuerpos armados puntualizan
las respectivas misiones para salvaguardar las conquistas de la Revolución y
mantener la tranquilidad ciudadana. Eso articula con las masas mediante ejercicios
teóricos y prácticos durante los domingos territoriales de la defensa y en
otros momentos específicos, como está concebido en los objetivos de trabajo del
año de instrucción, iniciado en enero en cada provincia.
Las Fuerzas de
Guardafronteras con la cooperación de los pobladores de las zonas costeras refuerzan
las tareas con el interés de detectar intentos de introducir drogas y otras sucias
patrañas enemigas encaminadas a desestabilizar el ambiente en la Mayor de las
Antillas, como conciben en sus macabros planes para derrotar el Gobierno Revolucionario y
aplicarle al heroico pueblo las más brutales recetas de humillación con la
imposición de un régimen opresor.
Con la
reiteración de materiales especiales sobre entrenamientos de fuerzas en
distintos territorios a través del Noticiero Estela de la Televisión Cubana y la
reposición del programa Farvisión, pueden interpretarse como señales divulgativas
de lo que ocurre en diferentes escenarios, sin alarmas para la población y con
la pretendida advertencia al enemigo imperial de que no estamos indefensos ante
las reiteradas amenazas y el refuerzo
del brutal bloqueo.
La difusión de
los alistamientos acompaña a la concepción del Estado de la necesidad de
dedicar el tiempo requerido en la preparación de las masas desde tiempo de paz,
como la mejor manera de evitar una guerra, con las catastróficas pérdidas
humanas y materiales.
Como los
trabajos informativos buscan reforzar la conciencia de la ciudadanía sobre el
concepto de que cada cubano debe tener un lugar y un medio para defenderse de
una agresión, la ejercitación tributa a la actualización en sistemas de aviso,
revisión de plantillas, tiro, empleo de materiales de guerra, evacuación, producción
de alimentos, trabajo político-ideológico, funcionamiento de grupos de trabajo,
apreciación sobre el terreno, demandas para la lucha armada, vías para llevar
las orientaciones al pueblo y otros procedimientos esenciales, que en conjunto
contribuyen a mantener la completa disposición combativa de las tropas y la población,
en las distintas estructuras existentes.
De acuerdo
con cada circunstancia nacional, en Las Tunas actúan con la convicción de consolidar
al territorio como un bastión inexpugnable de la Patria, bajo el legado de
Fidel y las enseñanzas del Mayor General Vicente García González, insigne
estratega en los enfrentamientos de los mambises contra los españoles durante
Guerra de 1868 a 1878, iniciada el 10 de octubre por Carlos Manuel de
Céspedes.
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