La
definición martiana: “Con todos y para el bien de todos”, vuelve a aparecer
como clave principal para mitigar necesidades ante la coyuntural situación de
Cuba con los combustibles, ocasionada por el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos con la Mayor de Las Antillas.
Con en
diferentes ocasiones, hay que volver a apelar a la colaboración de todos para
evitar mayores tensiones en las disponibilidades de recursos, en este caso de los
combustibles.
En centros
laborales y hogares tienen que ser más fuerte el combate por elevar los niveles
de ahorro de los portadores energéticos. En la provincia de Las Tunas como en el resto del país se libra la batalla.
Si el sector
residencial utiliza el 60 por ciento de la energía que se genera en el país, quiere
decir que ahí tenemos un escenario principal para impulsar el uso racional.
Si interpretamos
que estamos es momentos complicados, y que individual y familiarmente podemos
ser más llevadera la situación, entonces reforcemos la acción, y respondamos
una vez más al llamado del presidente cubano.que con vehemencia ha encabezado
el Consejo de Ministros en dos comparecencias consecutivas para explicar la
situación de la nación y reclamar la cooperación ciudadana ante la compleja
coyuntura de la nación.
No es cuestión
de palabrería, sino de urgencia y que debemos apretarnos los cinturones para no
sobrepasar los niveles de disponibilidad diariamente de energía.
Una cuestión
práctica de cooperación familiar para no tener todas las luminarias o bombillas
encendidas al mismo tiempo.
Planificar
la estricta utilización de los equipos electrodomésticos y mantener recelo en
el uso de los más gastadores, cuestión fundamental en la actual batalla.
En casa son
cuantiosas las maneras de cohesionar esfuerzos para ajustarse lo más eficientemente
en el uso energético, que al final ayuda a la suma general que hace falta para
evitar los apagones.
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