sábado, 21 de septiembre de 2019

Reverdece la solidaridad en Cuba


Durante los 60 años de la Revolución han priorizado los procesos políticos, ideológicos, educativos, cooperativos y de ayuda internacional a los pueblos más necesitados como basamentos fundamentales de la solidaridad, teniendo como centro la atención a las personas.

Concepción y práctica convergen en procederes individuales y colectivos con la intención de que sea más llevadera la vida, frente a las múltiples complicaciones en las imprescindibles y cotidianas gestiones de la población.
Lo más visible del asunto tiene expresión en relaciones y atenciones interpersonales, en distintos espacios y sectores. Mientras, lo global puede apreciarse en la cooperación entre organismos para facilitar las misiones  necesarias en distintos escalones de los múltiples sectores.
En recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba ha tenido incidencia en el fortalecimiento de la unidad del pueblo para enfrentar adversidades y que sean menores las molestias en los procederes de habituales del pueblo.
Cuando son más complicados los tiempos, el espíritu solidario de los cubanos se engrandece en todos los sentidos, tanto en aspectos estatales como particulares.
El pueblo de Las Tunas sabe aquilatar tales composturas humanitarias y las agradece de distintas maneras, tales como gestos de choferes de vehículos estatales y privados que adelantan a los que esperan en las paradas de ómnibus, con cobros normales de pasajes o de forma gratuita. También reconocen a aquellos que priorizan o protegen a adultos, minusválidos, enfermos y mujeres embarazadas en las vías, ómnibus, tiendas, mercados y otros espacios de habituales servicios.
Sin embargo, se suscitan cuantiosas críticas sobre individuos insensibles, que no recogen en las paradas de ómnibus, donde no hay inspectores o agentes de la  Policía, promueven manifestaciones de indolencia, maltrato, desinterés y peloteo, sin importar las complejidades económicas de la nación ocasionadas por la escasez de combustible por el asedio de Estados Unidos contra la Mayor de las Antillas, en franca demostración de querer asfixiar al aguerrido y patriótico pueblo, que ha decidido resistir y construir el socialismo con todos u para el bien de todos.
Desde el punto de vista económico, la actual coyuntura favorece el ahorro de recurso y la mejor utilización de lo disponible, ocasionado por el incremento de la organización y la cohesión entre sectores, como en la transportación de pasajero y mercancías, bajo la concepción de que ningún medio circule vacío o con disponibilidad de capacidad.
En mentes y comentarios de muchos aflora la preocupación porque cuando mejoren las condiciones y retorne la normal en organización y funcionamiento de la sociedad,  vuelvan a perderse cuantiosos gestos solidarios que ahora distingue a infinidades de personas para contribuir a que sea más llevadera la vida. Tales inquietudes la experiencia de etapas anteriores como los tiempos más crudos del Período Especial, pues muchas cosas que dieron resultados en la década de 1990 se perdieron cuando la economía mejoró.
Como respuestas a estos estados de opinión llegados al presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con reiteración plantea que muchas de las cuestiones puestas en prácticas en este lapso de aprieto por la escasez de combustible deberán mantenerse en el retorno a la normalidad, porque favorecen a la economía y a la sociedad.
Evidentemente, tanto en situaciones coyunturales como normales del país, está demostrado que la solidaridad en todos los ámbitos nos hace mejores personas en función del progreso de la nación y del bienestar de la ciudadnía.






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