Puntualizo
que en la actualización del modelo económico y social de Cuba a la prensa le
corresponde una labor importante en el reflejo cada vez cada vez mejor de la
realidad. Y en ese ambiente tengo un puesto que defiendo y contribuyo diariamente.
Reafirmo
que los colores y los matices de la sociedad no pueden obviarse para que los
medios de difusión acuñen la veracidad conquistada a través de los más de 50
años de Revolución.
Puede
ser un buen referente la reciente asamblea provincial de Las Tunas, previa al Noveno
Congreso de la Unión de periodistas de Cuba que se celebrará en julio.
Como
te lo cuento se ratificó que una de las cuestiones decisivas para cumplir la
misión encomendada a la prensa radica en la constante superación del personal
periodístico a tales de las diferentes vías posibles para interpretar lo más
exacto posible el desarrollo paulatino de la sociedad.
Bueno
es clave, que se refleje la mejor combinación posible de ejemplos con las
buenas y malas ejecutorias de las responsabilidades individuales y colectivas
en las diversas estructuras para contribuir a que la población continúe
confiando en la veracidad de lo que divulga.
De
tal manera, los profesionales de la luma, la palabra y la imagen amplificarán
mejor las transformaciones puestas en práctica en el país para consolidar los
procesos del autóctono socialismo, sin prisa ni con pausa.
La
cuestión no es apurarse, sino que la economía fluya por mejores senderos para dejar
atrás viejas y esquemáticas ataduras y se conquiste definitivamente el
ascendente camino con la marca de la eficiencia.
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