sábado, 11 de mayo de 2013

Desde mi puesto de periodista


Puntualizo que en la actualización del modelo económico y social de Cuba a la prensa le corresponde una labor importante en el reflejo cada vez cada vez mejor de la realidad. Y en ese ambiente tengo un puesto que defiendo y contribuyo diariamente.

Reafirmo que los colores y los matices de la sociedad no pueden obviarse para que los medios de difusión acuñen la veracidad conquistada a través de los más de 50 años de Revolución.
Puede ser un buen referente la reciente asamblea provincial de Las Tunas, previa al Noveno Congreso de la Unión de periodistas de Cuba que se celebrará en julio.
Como te lo cuento se ratificó que una de las cuestiones decisivas para cumplir la misión encomendada a la prensa radica en la constante superación del personal periodístico a tales de las diferentes vías posibles para interpretar lo más exacto posible el desarrollo paulatino de la sociedad.
Bueno es clave, que se refleje la mejor combinación posible de ejemplos con las buenas y malas ejecutorias de las responsabilidades individuales y colectivas en las diversas estructuras para contribuir a que la población continúe confiando en la veracidad de lo que divulga.
De tal manera, los profesionales de la luma, la palabra y la imagen amplificarán mejor las transformaciones puestas en práctica en el país para consolidar los procesos del autóctono socialismo, sin prisa ni con pausa.
La cuestión no es apurarse, sino que la economía fluya por mejores senderos para dejar atrás viejas y esquemáticas ataduras y se conquiste definitivamente el ascendente camino con la marca de la eficiencia.
  

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