Junto
a Reinaldo, mi hermano menor, compartí la alegría porque tiene una casa nueva, en
el reparto La Victoria de la ciudad de Las Tunas.
Al
fragor de los toques finales a la morada, el cuarentón joven parecía un niño
con juguetes nuevos. No cesaban las proyecciones sobre cuánto debía hacer para
ponerla bonita y funcional, acorde a los gustos de la pareja.
Como
sabemos, un hogar acompaña la felicidad en varios frentes de la vida,
aunque necesite de muchas cosas grandes
y pequeñas para vivir cómodamente.
Sentí
parecidos sentimientos a los que experimenté cuando terminé la mía en el
reparto Aurora, hace varios años.
El hogar de mi hermano figura entre los 666 que
se concluyeron en la provincia por esfuerzo propio en el 2013, del cómputo de
mil 312 que terminaron en los diferentes frentes.
El
esfuerzo propio se ha convertido en una modalidad importante para los cubanos,
reforzado con las facilidades ofrecidas por el Estado a través de subsidios a
las personas con menores ingresos y créditos bancarios. Y en este año se
refuerzan estas vías en Las Tunas.
Estatalmente
en el territorio durante el presente año se edificarán 450 casas para continuar
favoreciendo a las familias a través de diversos procedimientos de estimulación.
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