Atado a los secretos del amor

Aunque todos los días deberían dedicarse al amor, por ser algo necesario para vivir con menos zozobras, se ha escogido el Día 14 de Febrero como fecha especial para enaltecerlo, en Cuba y muchos países del mundo.

En mi caso lo cultivo sin esperar por el día mencionado, aunque rindo honores a la bonita tradición.

Si llevo 34 años de matrimonio con Sonia Peña Valdés y con una bonita relación que empezó cuando la conocí el 20 de enero de 1978 cuando cubría el recorrido de Fidel por la provincia y visitó la entonces Escuela Pedagógica, devenida universidad de ciencias pedagógicas Pepito Tey. Hasta en eso, el Comandante en Jefe me alumbró el camino.

Ambos hemos sabido superar las normales crisis de las parejas y hemos construido un sólido hogar, donde amorosamente se han formado nuestros dos hijos: Rainer y Reinier.

Rainer, graduado de la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana, lo ubicaron allí hace dos años en un proyecto de Telecomunicaciones. Le va bien porque le gusta el trabajo encomendado.

Reinier va detrás, pues ya cursa el segundo semestre del cuarto año en la Universidad de Ciencias Médicas de Las Tunas. Aun sin especialidad definida, busca aprender lo más posible por las distintas rotaciones en los centros asistenciales.

Tanto a los muchachos como a nuestro trabajo y a la superación profesional, hemos dedicado los mejores momentos del matrimonio, sin descuidar los demás deberes familiares y sociales.

Por ahí andan las ataduras al amor, que en esta jornada especial hemos preferido compartir en familia en el hogar, junto a la bonita pareja que va sementando Rey con Yisel Camino, procedente de la carrera de Ciencias Jurídicas de la universidad Vladimir I. Lenin. Rainer  ha contado telefónicamente sus planes para el hermoso día en compañía de su novia Ana.

Durante la semana hemos acopiado productos cárnicos y otras mercancías para elaborar platos de la tradicional cocina cubana con los correspondientes aperitivos para que sea un día maravilloso en familia.

En eso estamos, como siempre haremos que resulte y brote la felicidad, entre tareas, besos y abrazos.