Como en todo
el país, en Las Tunas preparan una amplia programación de verano en medio de
las limitaciones económicas, con el interés
de que la temporada transcurra con aceptables niveles de satisfacción
popular. Una decisión sabia del Gobierno, aunque en la calle muchas personas la
catalogan como una osadía frente a las complejidades actuales de la nación, agravadas por el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.
Siguiendo
las instrucciones nacionales, los sectores responsabilizados con la tarea en la
provincia tiene en cuenta las experiencias de años anteriores, las tradiciones
y las potencialidades locales para
proyectar con objetividad.
Sabiduría,
inteligencia y sentimiento acompañan a las elaboraciones de propuestas para la sana recreación veraniega
y el empeño de la utilización eficiente de los recursos disponibles, como
tributo al encargo de ofrecer opciones amplias y diversas como merece el
pueblo.
Vuelven a
poner al barrio con sus potencialidades como centro de las actividades,
cuestión que merece revisiones profundas para evitar inconformidades vecinales
por ausencias, especialmente en las zonas rurales y periféricas de pueblos y
ciudades por estar distantes de los lugares con mayores concentraciones de
ofertas.
No obstante,
hay que esmerarse en las proyecciones para los lugares con la intensión de
evitar masivos traslados de lugareños deseosos de encontrar la recreación que
no obtienen en las proximidades de sus hogares.
Aunque
siempre habrá cuantiosos ciudadanos que van a moverse en busca de las
preferencias por playas, piscinas, ríos y otros escenarios populosos que no
están en sus alrededores.
Los
encargados del traslado de público hacia los distintos puntos tienen ante sí
una compleja misión para satisfacer las mayores demandas posibles, ante las
consabidas disminuciones de combustibles para todas las tareas de la sociedad.
Parecida misión, necesitada de estricta planificación y control extremo,
compete a los factores responsabilizados con los abastecimientos, especialmente
alimentarios.
Seguirán las
asignaciones provinciales de recursos para los destinos concebidos en el plan,
pero en los barrios y los municipios las unidades de gestiones estatales y no
estatales tendrán que aportar decisivamente para ayudar a aceptables niveles de
satisfacción.
Un buen
trato a los veraneantes en todos los escenarios constituye premisa básica para
que la ciudadanía se sienta bien, aunque existan menores niveles de bienes que
en temporadas anteriores..
El personal
y las instituciones culturales, deportivas, comerciales y gastronómicas poseen
una labor decisiva en el empeño gubernamental de un buen verano, pese a
limitaciones de materiales.
La Radio y la Televisión, como parte del sistema
nacional, poseen enorme responsabilidad en el diseño de una programación de
calidad con atractivos para los distintos segmentos poblacionales.
A las
puertas de la temporada, los sectores alistan las prioridades para contribuir
al deseo gubernamental de que existan múltiples opciones y no muera la
tradición cubana en la etapa de vacaciones masivas de estudiantes y
trabajadores. Mientras, la población define sus proyectos para pasarla lo mejor
posible, aunque tenga que sortear determinadas limitaciones de recursos.
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