Como te lo cuento, en la actualización del modelo económico y social de Cuba, los tuneros contribuimos al fortalecimiento del rumbo propio, que nos hace más fuertes e indestructibles en el destino escogido.
Preciso que una de esas vías autóctonas es la entrega de tierras en usufructo para impulsar la producción agropecuaria, en lo cual se benefician 10 mil 884 familias con la posesión de 107 mil 518,19 hectáreas, en la oriental provincia de Las Tunas.
Nuevamente argumento que las personas no discuten la propiedad, porque están conscientes de que el Estado la mantiene. Así se desarrollan los usufructuarios, que representan el 91,2 por ciento de los solicitantes de terrenos ociosos o débilmente explotados, y entre ellos figuran dos mil 402 jóvenes de 18 a 35 años.
Me encuentro entre los que ven con buenos ojos la presencia de sangre joven en la novedosa forma de hacer más útiles grandes extensiones de terreno, que poco a poco crecen en los aportes para beneficios de la sociedad en sentido general.
Amparado en el Decreto- Ley 259, puesto en práctica desde el 2008, se ha entregado el 57,8 por ciento de las porciones declaradas improductivas, y el 71 por ciento de ellas se encuentran en franco desarrollo.
Aunque no lo creas, hasta en las periferias de ciudades y pueblos se advierten los cambios a favor de la alimentación, especialmente en cultivos varios, ganadería mayor y menor, arroz, frutales, tabaco y caña.
Agrada conocer que como consecuencia de tal inyección se han producido 30 mil 400 toneladas de alimentos desde el 2008 en que puso en práctica dicha modalidad estructural. Y representan el 56,3 por ciento de lo producido en el 2008. También se han acopiado 10 millones de litros de leche, 450 toneladas de carne porcina y 157 ovino-caprina.
Sinceramente que es una verguenza que se importen alimentos que pueden cosecharse en Cuba, y sin embargo se importan: la papa, el cafe, el arroz, entre decenas de productos que se dan bien en el campo cubano.
ResponderEliminarSi el campesinado no recibe un incentivo monetario, como se esta implementando con las recientes reformas del General Raul Castro, nada iba a cambiar. Los incentivos morales jamas funcionaron. Con las medallas y los diplomas, nadie podia ir a una Diplotienda a comprar, en dolares o CUC, los productos necesarios para la casa, que ya no llegan a la bodega de la esquina.
Enhorabuena a todos los cambios, reformas, nuevas leyes y nuevos decretos, que en fin seran la unica solucion para que se acabe de una vez y por todas la escacez de lo que el campo es capaz de dar. Con estimulos materiales y monetarios, tambien se ataja la emigracion del campesinado a la ciudad por falta de incentivos a su dura labor. Es probable que el exodo se contenga y hasta que, muchos que se habian ido a la ciudad, ahora tengan una ilusion y un motivo para regresar.