Como te lo
cuento, en todas familias que existen estudiantes de cualquier nivel de
enseñanza, se viven momentos de tensión por encontrarnos en la recta final del
actual curso escolar en Cuba.
Unos nos
concentramos en el estudio individual, otros a los intercambios en equipos o a
los repasos de maestros o profesores.
Cada cual a
su manera, no pierde el rumbo de los muchachos, pues todos les insistimos a los
escolares para que redoblen los esfuerzos con la intención de cerrar el período
lectivo con satisfactorios resultados.
Es raro
encontrar una familia que no esté sometida a esta presión, pues por lo general
toda la sociedad está vinculada de una manera u otra.
Mientras eso
ocurre en los hogares, en las escuelas se suceden procesos similares porque
todos quieren terminar bien.
Han tenido
que realizarse ingentes esfuerzos familiares y estatales en busca de halagüeños
indicadores, y no es justo que ahora por cualquier desliz se eche por la borda
tanto sacrificio individual y colectivo.
Casos a
parte, se auguran excelentes índices, teniendo en cuenta el recorrido de cada
enseñanza.
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