viernes, 1 de junio de 2012

Nada es más importante que un niño




Desde el triunfo de la Revolución en 1959, el Estado ha puesto voluntad política para proteger a los niños, y eso constituye un ejemplo para el mundo,
Por esa labor acumulada, Cuba es la vanguardia en la prevención y protección de los niños en todos los sectores de la sociedad, entre los que sobresalen la salud y la educación, de forma gratuita y accesible para todos.

No hay ninguna vulneración de derechos, pues existe un correcto cumplimiento de los mandatos establecidos para cuidar a la niñez.
Los esfuerzos del país para garantizar tal objetivo, a pesar de las limitaciones, al tiempo que contrasta la realidad con otras partes del mundo, donde viven millones de niños, afectados por las crisis alimentaria, ambiental y financiera, y las guerras, entre otros males.
En la Isla se cumplen los principios rectores de la Convención de los Derechos del Niño, que incluyen la no discriminación, la adhesión al interés superior del infante, el derecho a la vida, a la supervivencia, al desarrollo y a la participación.
Por tales razones, hoy primero de junio, Día Internacional de la Infancia, es bien diferente para los niños cubanos, verdad que el Imperio del norte oculta, a pesar de que los indicadores sobre el tema aparecen en informes anuales de organismos internacionales, nada sospechosos de izquierdistas.
La Revolución ha creado todo un cuerpo legislativo dedicado a garantizar la supervivencia, desarrollo, protección y participación de la población más joven. Así, existen los códigos de Familia, del Trabajo y de la Niñez y la Juventud. También la Ley de la Maternidad con extraordinarias ventajas para la madre.
En resumen, El Estado ha diseñado y realizado programas que garantizan la protección y el feliz crecimiento de los infantes. No es una cuestión aislada, sino que se integra al conjunto de acciones para la transformación de la sociedad con todos y para el bien de todos.
Por eso, constantemente se hace realidad el concepto de que nada es más importante que un niño.


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