martes, 10 de septiembre de 2013

Dimensiones del color amarillo


La aceptación de la reciente campaña publicitaria sobre el destaque en cintas y lazos de color amarillo constituye una demostración de audacia y patriotismo para reforzar la lucha por la liberación de los antiterroristas cubanos, detenidos injustamente en los Estados Unidos.
Prendió como fuego, la convocatoria del Héroe de la República de Cuba, René González, que intencionadamente escogió a un símbolo norteamericano para levantar la opinión pública de dicho pueblo a favor del excarcelamiento de nuestros hermanos.
 No hubo que esperar la fecha señalada del día12, aniversario 15 de las injustas condenas, para dar una contundente respuesta popular al empeño general de amplificar el simbolismo.

De ahí, que en el transcurso de una semana sea común en Las Tunas el ondeo de banderolas amarillas en avenidas o que mujeres hayan rebuscado en los armarios prendas de vestir para confeccionar lazos y cintas, que se incorporan a los adornos en viviendas y centros laborales.
Las iniciativas se reflejan en vestimentas, actos, lugares visibles de carros, portafolios, ramos de flores y otras maneras de la sociedad.
Puede aparecer en palmas, árboles, salones reuniones, murales, caricaturas, adornos florales y en otras muestras, que distinguen el quehacer cotidiano.
El color trasciende el gesto patriótico y se suma a cuestiones habituales como la galantea del girasol y otras flores, las señales del tránsito, determinadas páginas del Directorio Telefónico, fachadas de viviendas, el uniforme de los inspectores de transporte que ayudan al traslado de la población y el aceite de cocinar.
Deja de ser algo peyorativo para algunos y refuerza el semblante del margo, la calabaza, la fruta bomba y el mamey de Santo Domingo, la guayaba y el plátano. Hace menos aislado el plumaje, la pelambre y los ojos de ciertos animales o sigue inmortalizando la yema del huevo.
El momento acuña el  gusto de las féminas por el color en una amplia gama de sus ajuares, que en ocasiones se traslada a prendas de los  hombres; incluso lucen bien las parejas que se  combinan las vestimentas para andar a la moda. 
Es tal la aceptación popular, que probablemente ayude a buscar en Cuba otro apelativo para tildar a las personas consideradas cobardes ante determinadas circunstancias de la vida.
En sí, a partir de la extensión del gesto patriótico, la creatividad se ha desatado a favor del quehacer ciudadano, y ha modificado algunos patrones de gusto.
Enhorabuena, se despliega el color amarillo en la población, habituada a fuertes cargas emocionales, en beneficio de la realización personal y de las misiones sociales. 

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