Con inspiración científica

En sendas conferencias ofrecidas recientemente en La Habana por Miguel Díaz-Canel y Marino Murillo, altos directivos del Estado cubano, me agradó extraordinariamente sus pronunciamientos porque cada vez más esté presente la aplicación de la ciencia y la técnica en los procesos económicos, políticos y sociales de la nación.

Me entusiasmaron sus criterios acerca de que el elevado capital humano en terrenos científicos-técnicos, propiciado por la gigantesca obra de la Revolución, se tiene cada vez en cuenta en las diversas tareas concebidas para la actualización del modelo económico y social del país.

Cada paso en la actualización lo demuestra, pues a corto, mediano y largo plazos, tiene un basamento en la aplicación de la ciencia a fin de apuntalar o consolidar los aspectos previstos en el andar ascendente, y borrar para siempre la improvisación por buenos deseos e inspiración.

Nada de lo anterior quiere decir que se vaya triunfalistamente, pues bien claro han explicado Raúl y otros directivos de la nación que se anda por un camino complejo y muchas veces con abundantes dificultades, aunque siempre se trabaja con el criterio de escalar la montaña del desarrollo, sin prisa, pero sin pausa.

Como bien expusieron cada lineamiento del Sexto Congreso del Partido y cada objetivo de la Primera Conferencia del Partido contienen la decisión de la mayoría de los cubanos de reforzar las acciones para alcanzar mayor eficiencia y eficacia en cada tarea.

No se trata de algo simple, porque en Cuba donde no hay terapias de choqueo y se amparar a todos, tiene que construirse una sociedad diferente a otras partes del mundo. Por eso, muchas cosas tienen que experimentarse porque no hay referentes en el mundo.

No puede olvidarse que la actualización ocurre con la educación y la salud  gratuitas para todos, sin distingo de credo, raza, ni posición social.

Hay que refrescar o argumentar el tremendo esfuerzo que debe desplegarse en el país ante el crudo asecho del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba para intentar rendirla por hambre y miseria, aunque seguramente no podrán lograrlo

Es entendible que no se está frente a algo simple, ni ausente de riesgos. Baste señalar que la mayoría, aunque tenga apretado el cinturón económico, desea participar activamente para saltar los obstáculos económicos y que el socialismo sea próspero y sostenible. Por ahí, andamos con decisión de triunfar.