sábado, 1 de marzo de 2014

Emocionantes los gestos de sencillez


Nadie duda de que la llegada de Fernando González a La Habana continúa siendo la  mejor noticia para los cubanos en el arribo de marzo.
Algo bien sonado ha sido el regreso a la Patria del segundo de los Cinco antiterroristas cubanos detenidos injustamente en Estados Unidos. Anteriormente había cumplido René González.

Como muchos, mi mayor impresión del Héroe de la República de Cuba ante las cámaras de la televisión fue la sencillez de sus expresiones y el apego a los sentimientos consolidados estrechados por los Cinco.
Con una modestia, que sobrepasó las fronteras familiares como lo hacen los grandes, se detuvo a profesar su homenaje por los tres que todavía guardan prisión en Estados Unidos: Ramón Labañino, Gerardo Hernández y Antonio Guerrero.
En las expresiones de agradecimiento a los millones de personas solidarias en todo el mundo también estuvieron presentes las dotes de improvisación de un hombre disciplinado durante su casi 16 años de encierro en cárceles de máxima seguridad del Imperio.
Sin titubeo fue al arsenal de sus recuerdos en la prisión por contribuir a la seguridad de los pueblos de Cuba y Estados Unidos.
Sin que lo dijera expresamente se adviertía con facilidad sud contribución al bienestar de ambos pueblos, lo cual le costó el ensañamiento de la Administración yanqui.
Fue portador de la idea de que su liberación correspondió al cumplimiento del plazo, como René, porque el Gobierno imperial no ha escuchado el reclamo internacional sobre el cese de la injusta condena.
De ahí su expresión a sumarse a su hermano René en el reforzamiento de la campaña internacional por la liberación de los tres que permanecen las prisiones del verdugo del norte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario