domingo, 16 de noviembre de 2014

De paso por apacible terruño


El Cerro de Caisimú, apacible colina en medio de un atractivo valle, siguió siendo para mí, uno de los lugares más llamativos del norteño municipio tunero de Manatí, nombre que hace honor a un mamífero en fase de extinción.

En este sábado volví a la mencionada villa, en la cual hice contacto con integrantes de la sencilla y entusiasta población, que municipalmente está conformada por  31 mil 231 habitantes, de ellos 15 mil 871 residentes en las zonas rurales y 15 mil 360 en las urbanas.
Entre sus moradores 16 mil 304 corresponden al género masculino y 14 mil 927 al femenino. Se concentran en nueve Consejos Populares y 60 circunscripciones electorales.
En cada diálogo se reflejo la intensidad laboral en la comarca para hacer más placentera la vida en la tierra del destacado danzonero cubano Barbarito Diez y el consagrado futbolista Ramón Núñez, ambos fallecidos y que permanecen como hijos ilustres del terruño.
En los diálogos se resaltó que las labores agropecuarias y cañeras marcan la vanguardia entre los sectores que despegan hacia la conquista del desarrollo económico.
Conocí sobre el reforzamiento de acciones en sectores claves como Educación, Salud, Cultura, Deporte, Seguridad Social.
Las conversaciones movieron a las nostalgias por la desaparición del central azucarero Argelia Libre y el puerto, como resultados de los reajustes económicos del país por el reforzamiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y determinadas ineficiencias internas en los terrenos de la economía.
En los efusivos intercambios afloraron reclamos a la necesaria elevación de la eficiencia en actividades claves como comercio, gastronomía, transportación de pasajeros, reparaciones de viales, recogidas de desechos sólidos, construcción de viviendas, pagos a productores y calidad del pan, entre otros servicios vitales.

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