sábado, 17 de enero de 2015

Expectativas que corren


En el andar citadino por Las Tunas, fácilmente se tropieza con innumerables expectativas sobre cómo avanzará el proceso para normalizar las relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos.

La mayoría coincidimos que será un camino largo y complicado, en el que siempre la Perla de Las Antillas mantendrá su conducta inclaudicable y con apego al respeto mutuo. Mientras, la minoría,  con mentalidad anexionista, se apasiona infelizmente por un proceder de rebaja de los principios cubanos ante el imperialismo.
Por lógica y tradición, el ambiente soberano de los cubanos presidirá todos los procedimientos diplomáticos para llegar a feliz término.
Cuba se sabe triunfadora en los pasos de la aplicación para normalizar las relaciones, en los cuales no se permitirán términos ambiguos ni impositores. De igual a igual se ha dicho, sin interferencias ni irrespeto.
En el espíritu de la negociación no se permitirán procedimientos que se viren contra lo que hemos construido durante más de medio siglo con tanto sacrificio del aguerrido pueblo.
Por lo que en la mesa de las conversaciones no se aceptarán alusiones a la construcción de una autóctona y soberana sociedad socialista, ni tampoco  nos meteremos con su carcomido sistema capitalista.
Bien claro lo dijo Raúl, tenemos que aprender a convivir con nuestras diferencias ideológicas.
Todo eso está en el ambiente del discurso diáfano que siempre ha caracterizado al Gobierno del líder indiscutible de la Revolución cubana: Fidel Castro Ruz.
Claramente nos sometemos a  relaciones, en las cuales no tenemos experiencias, pero que son necesarias para desarrollarnos integralmente y construir el socialismo próspero y sostenible a que aspiramos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario