Alegra
que se busquen fórmulas para realizar un periodismo cada vez apegado al legado
de Cuba, que busca una sociedad mejor en todos los órdenes.
Me
conmovió bastante tal espíritu en la asamblea de balance del periódico 26, pues eso compromete a la constante
superación profesional para la elaboración de mensajes cada vez más veraces y
profundo sobre el quehacer de los tuneros, que a pesar de las imperfecciones,
busca la permanente mejoría humana.
De
manera crítica y autocrítica se anduvo por estos caminos, tan vitales para
comprender que a pesar de los avances se requieren acciones más audaces para
elevar la preparación y entregar una obra cada vez mejor.
El lógico
pase de revista a los numerosos logros del 2014, tanto en el semanario impreso
como en el diario digital, fueron puntos de partida para ahondar en lo que hace
falta para conquistar planos superiores.
En busca de un trayecto con mayor matiz en las
actuales transformaciones para consolidar el socialismo, se habló de incrementar
la revisión de los materiales, aumentar la búsqueda de temas novedosos, progresar
en el periodismo de investigación, profundizar en el seguimiento a temas o
procesos editoriales, perfeccionar la combinación de diario digital con
semanario impreso, atender mejor las fuentes informativas y a los territorios.
La atención
a los jóvenes estuvo en el centro, pues actualmente constituyen mayoría en el
colectivo, que ha centrado cátedra en el periodismo para ambas versiones.
El
diariarismo en la página institucional y en las redes sociales crece, pero
todavía hay que tomarlo más en serio, pues aún se anda con rutinas productivas
tradicionales.
Pese
a los positivos resultados en la integración de los factores del centro, se
hizo evidente la necesidad de consolidar la obra para progresar con más rapidez
hacia la materialización de las nuevas metas propuestas.
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