miércoles, 6 de junio de 2018

En busca de no empañar el programa de construcción de viviendas


A muchos anima el reforzamiento del programa de construcción, rehabilitación y conservación de viviendas con el rescate de técnicas y modalidades, que en etapas anteriores contribuyeron al distingo de la provincia de Las Tunas en las terminaciones y las remodelaciones anuales de hogares.

Como aumentan los escenarios y las vías se tornan más complejos los controles y las distribuciones de recursos, por lo cual hay que elevar la responsabilidad y la exigencia individual y colectiva. Por eso, la inteligencia y la eficiencia deben marchar cohesionadamente para facilitar el balance en las prioridades dadas a subsidios para personas de bajos ingresos monetarios, créditos bancarios, esfuerzos propios y la reincorporación de centros laborales, empresas y organismos para atender a sus colectivos. A esto se une el paulatino restablecimiento del movimiento popular y la aplicación de diversas técnicas constructivas como el mampuesto.
Al multiplicarse las posibilidades para respaldar las satisfacciones de las familias, crecen las advertencias sobre la necesidad de redoblar la vigilancia con el objetivo de cerrarles el paso a las causas y a las condiciones que pueden generar  manifestaciones de corrupción, delitos, ilegalidades e indisciplinas sociales, tan dañinas al sensible empeño del Estado de avanzar en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población y el fondo habitacional del territorio.
Un grupo de incongruencias detectadas últimamente en el proceso de levantamiento de inmuebles a través de los subsidios se tienen en cuenta en las restantes fórmulas para consolidar el enfrentamiento a las irregularidades de manera conjunta.
El  acomodamiento y la falta de iniciativa inciden en trabas que conspiran contra la celeridad en la fabricación de materiales de construcción en todos los consejos populares, con la intención de aumentar elaboración de elementos constructivos, acercarlos a los lugares, ahorrar gestiones, finanzas y malestares,
La falta de mayor cooperación de organismos y dueños, superficiales análisis en determinados eslabones, demoras en trámites e imprecisiones en algunos financiamientos atentan contra la rapidez en la terminación y la solución a los ciudadanos necesitados.
Cuestiones urgidas de superior atención están relacionadas con la contratación de manos de obra y el desempeño de albañiles para eliminar engaños a propietarios, desaparecer la chapucería y agilizar las conclusiones de moradas. Igualmente debe continuar priorizándose la calificación y el control de las fuerzas, pues presentan dificultades.
Preocupa que algunas obras violen el espacio definido o quedan truncas porque no alcanza el dinero asignado. Lo primero provoca demoliciones, y en ambos casos dilatan los procesos inversionistas, incrementan los gastos, alientan indisciplinas, malestares e incomprensiones.
Paralelamente con lo anterior, no puede desmayarse en el chequeo a los mecanismos de venta de los materiales con el interés de evitar baches, violaciones de prioridades, acaparamientos y tráficos en el mercado negro.
Con el crecimiento de actores y frentes de labor se requiere reforzar las faenas preventivas de organismos, dueños y estructuras en los barrios, con el interés de impulsar el vital programa, sin empañarlo con conductas incorrectas.






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