Como yo,
miles de personas acudimos este domingo 17 a cementerios de la provincia de LasTunas a rendirles honores a nuestros progenitores queridos ya fallecidos, en el
Día de los Padres en Cuba y muchas partes del mundo.
Mis
vivencias corresponden al camposanto Vicente García, de la capital provincia,
que estuvo repleto desde las primeras horas de la mañana.
Muchos
depositamos las flores y le hicimos algunas reverencias al padre, mientras, otros
además de las ofrendas florales prendieron velas, derramaron lágrimas, hicieron
rezos y elevaron sus pensamientos hasta lo infinito.
Personal o
familiar se protagonizaron homenajes, que incluyeron recordatorios a lo largo de
las respectivas vidas.
Innumerables
familiares aprovecharon la ocasión para rencontrarse, pues las dispersas
residencias no les permiten frecuentes encuentros.
Parecido a
mi caso, después de cumplir con papá en el cementerio regresamos a casa a protagonizar
nuestras festividades, en correspondencia con costumbres y posibilidades
hogareñas.
Otros
esperaron por servicios en centros gastronómicos, que estuvieron prestos para
los halagos.
No faltaron
los que decidieron adherirse a uniones familiares, colectivas o grupos afines
para cerrar con broche de oro la importante jornada dominical.
En sentido general,
la ciudadanía de Las Tunas se refugió en tradiciones, gustos y realidades para
festejar en grande el merecido homenaje al Día de los Padres.
La jornada estuvo matizada por las arraigadas y bonitas
tradiciones del pueblo cubano, fundamentalmente a partir del primero de enero
de 1959 que con el triunfo de la Revolución se mejoraron las condiciones de
vida de la población, incluyendo el servicio gratuito en los cementerios.
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