sábado, 19 de febrero de 2011

La astucia descubre mejores senderos


Quizás no sepas que la cabecera del municipio de Manatí se encuentra a unos 40 kilómetros al norte de la ciudad de Las Tunas, capital de la oriental provincia del mismo.
Bueno, en el norteño predio radica Ramón Rodríguez Rodríguez de 42 años y uno de los ejemplos que en menos de dos años le ha cogido la vuelta a la explotación de la tierra entregada en usufructo, en Claro el Jobo, cooperativa de créditos y servicios  Valle de Dumañuecos, a unos cuatro kilómetros al sur de la capital del municipio de Manatí.
Te digo que Rodríguez se incluye  entre las más de nueve mil personas que se han beneficiado con la distribución de una cifra superior de 89 mil 800 hectáreas de tierra en usufructo, que representan el 55 por ciento de las declaradas ociosas o mal atendidas, en la provincia de Las Tunas.
Argumento que el manatiense recibió una caballería. En aproximadamente la mitad desarrolla  cultivos varios, que le permitirán entregar en el actual año, unos 400 quintales de tomate empalado, 300 de plátano macho, 22 de frijoles y 18 ristras de ajo. En la otra media fomenta la crianza de ganado mayor, que actualmente fomenta un rebaño con 30 cabezas, de las cuales pronostica extraerle más de 10 mil litros de leche para aportar al Estado.
Tal vez crea que habla poco por estar monte a dentro, pues con naturalidad, al preguntársele sobre la fórmula empleada, dice con sonrisas a flor de labios: “Lo que hago es trabajar y trabajar duro. Me levanto a las 4:00 de la madrugada a ordeñar las vacas, después acarreo la leche,  atendiendo a los animales y vengo para la agricultura hasta que oscurece. Claro, cojo un tiempito para alimentarme.
“Utilizo riego por aniego y gravedad, uso materia orgánica del estiércol de los animales y aplico el cultivo con un buey. Aunque tengo en áreas separadas el tomate empalado y al ajo, desarrollo dentro del plátano macho el intercalamiento con frijoles, algunas matas de yuca, tomate y ají.
“Además tengo otra caballería que dedico a tabaco. Siempre me ha gustado el trabajo en el campo y por eso estoy aquí con gusto. Recibo la ayuda de mi esposa Niurka Quesada Figueredo y de Ernesto Pérez Rodríguez a quien le doy un anticipo de 300 pesos mensuales, hasta los reajustes en los finales de cosecha”
Ahora concluyo diciéndote que este padre de dos hijos, que anteriormente trabajaba en actividades pecuarias estatales, apunta que se encuentra entusiasmo con el trabajo. Y que los palos para mantener erectas a las matas de tomate, la recolecta en la zona. Con tal modalidad de cultivar, se incrementan los rendimientos porque los frutos no tocan la tierra y por tanto no hay afectaciones. Además, como las plantas no están a ras del suelo pueden durar más tiempo en fase de producción.

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