Como te lo cuento, me encuentro entre los tuneros que no se cansan de mirar en falto hacia el cielo, pues a estas alturas de mayo acaban de aparecer los primeros aguaceros de la actual etapa de primavera.
Te digo que me incluyo entre los miles de ciudadanos, que siguiendo las jergas populares decimos: San Pedro parece que se ha olvidado de nosotros.
Pues, esa crítica situación climatológica tiene sometida a la oriental provincia de Las Tunas, al igual que el resto de Cuba, en una intensa sequía que ya se extiende por unos siete meses.
Fíjate si la cosa se torna cada vez más crítica, que unas 80 mil personas de más de 240 comunidades y barrios periféricos de la provincia reciben en agua en pipas, con el consiguiente gasto estatal en combustible, pagos a operarios y aseguramiento de recursos para distintos fines.
Pese a eso, los 23 embalses controlados por el Instituto de Recursos Hidráulicos cuentan con el 53 por ciento de llenado, lo cual no representa el territorio más difícil de la nación.
Como podrás entender, decenas de miles de cabeza de ganado también reciben el agua en pipa o han tenido que trasladarse hacia zonas con mayores posibilidades para el suministro del líquido.
Igualmente a todos los frentes del sector agropecuario les influye la sequía, lo cual provoca enormes mermas en las producciones de viandas, hortalizas, granos y frutas: al tiempo, que solo las áreas con riego, mínimas en el territorio, tienen sembrados de primavera.
En tal cuerda, se mueve la enorme afectación al medio ambiente y en particular a la flora y a la fauna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario