lunes, 30 de mayo de 2011

Otras miradas


Ahora vuelvo sobre el tema con una mejor tonalidad, pues ya los tuneros  miramos hacia el cielo, con la esperanza de que se incrementen los aguaceros, porque en los finales de mayo empiezan a aparecer.
Tal parece que a tantos ruegos de creyentes y no creyentes, San Pedro se dignó al ponerle freno a la intensa sequía en la oriental provincia de Las Tunas, que ya se extendía por seis meses.
Bueno, la lluvia no es tan significativa, pero influyen en los cambios de aspectos de la flora, pues el verde comienza a impones sobre el terrible grisáceo que dominaba en pastizales y arboledas.
No obstante, aún la mayoría de los ríos y los arroyos esperan por mejores tiempos para ensanchar sus caudales. La menor cantidad ha podido sentir el alegre transitar de las corrientes.
Fíjate si la cosa no ha cambiado mucho, que unas 80 mil personas de más de 240 comunidades y barrios periféricos de la provincia siguen reciben el agua en pipas, con el consiguiente gasto estatal en combustible, pagos a operarios y aseguramiento de recursos para distintos fines.
Te digo más, en casi nada han mejorado los 23 embalses controlados por el Instituto de Recursos Hidráulicos, pues ya andan por el 47 por ciento de la capacidad de llenado, lo cual significa que crece la escasez de llenado.
Aun, más de 28 mil cabezas de ganado continúan recibiendo el agua en pipa o se mantienen reubicadas en zonas con mayores posibilidades para el suministro del líquido.
Oye, los productores agropecuarios y cañeros sí brincan de alegría. Unos han comenzado a sembrar y otros arrecian los preparativos para cuando tenga mejor comportamiento el actual período de primavera.

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