Al
son de la consagración se van despejando los escollos en los preparativos para
el curso escolar 2015-2016, en Las Tunas que como en el resto del país, comenzará
el primero de septiembre.
El
esfuerzo del personal de la construcción y de apoyo de distintos frentes del
sector educacional, con intervención multifactorial, imprimen un sello
distintivo al trabajo en los centros, que por estos días no poseen el bullicio
estudiantil acostumbrado por el período vacacional.
Con
frecuencia se rompe el silencio con los golpes de los equipos de construcción y
mantenimiento, que aceleran sus acciones, compulsadas por manos laboriosas, que
se han propuesto acondicionar las unidades docentes antes que llegue el noveno
mes del año.
Mientras
las fuerzas constructoras y de apoyo se entregan en cuerpo y alma en la
remodelación de los planteles, el personal docente se afila para realizar la
semana de preparación metodológica, en los días finales de agosto.
Desde
mi casa, en las cercanías del seminternado Toma de Las Tunas, en la capital
provincial, se puede apreciar tal ambiente de ajetreo que crece con las
proximidades de septiembre.
Se
augura que en la provincia se aproxime a los 90 mil estudiantes la matricula
del próximo curso, con una cifra superior a los 82 mil alumnos en la enseñanza
General en más de 600 centros.
Un
esfuerzo particular se realiza en la organización y la distribución de la base
material de estudio, tan imprescindible que esté en cada lugar antes de que
arranque el curso.
Se
anuncia garantía total para una arrancada exitosa del período lectivo, que
tendrá entre sus novedades la
integración de la Universidad tunera a
favor del funcionamiento de la Educación Superior.
Andamos
por un frente de la sociedad, en el cual se están acabando las vacaciones para
trabajadores y estudiantes. El curso escolar está a la vista.
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