martes, 25 de agosto de 2015

Recuento de verano

Cuando la programación de verano va cerrando sus amplias opciones, comienzan los recuentos sobre los momentos más significativos para familias y personas.
Entre los tantos instantes impactantes para la mía, dentro y fuera de la provincia de Las Tunas, se distinguieron los vividos durante la semana vacacional en el hotel La Arboleda de Holguín, que nos permitió visitar varios lugares de interés.

Uno de los casos relevantes fue la intensa jornada de baño en las tibias agua del Océano Atlántico, al tocar la costa de Guardalavaca, en las proximidades del hotel de turismo internacional Brisas..
Hablo de un sitio distinguido, donde los integrantes de mi coro familiar habíamos disfrutado individualmente o en parejas, en distintos momentos, pero nunca juntos.
Fue una ocasión bendecida por el buen tiempo para aprovechar la playa, que hicimos a pleno sol o en momentos de sombra para almorzar o consumir alimentos ligeros.
La grata compañía de familias de Holguín, Santiago de Cuba, Granma, Guantánamo y Camagüey, alegró los distintos instantes compartidos con la amplia presencia de extranjeros, que disfrutaban de las bondades de la relevante instalación turística.
Cada cual organizó la diversión a su manera, por lo que viejitos y niños tuvieron que conformarse con el esparcimiento en las zonas bajas; mientras, las personas de mayor juventud tuvieron posibilidades para andar por zonas más profundas, desafiar algunas distancias nadando o caminando por el litoral.
De cualquier manera, nadie permaneció indiferente ante la gran diversión que se ofrecía ante los más exigentes gustos de cubanos y extranjeros.
Mi hijo mayor, Rainer, prefirió pasar el mayor tiempo de la jornada fuera del agua, tendido sobre una toalla a la sombra de un frondoso árbol, con la compañía de cervezas Tínima, un pomo de refresco gaseado y distintas golosinas, que ampliaron el apetito cuando llegó el gustado almuerzo: chuleta de cerdo frito, congrí oriental, chicharritas, ensalada de pepino y dulce de harina.
De regreso al hotel a bordo de dos ómnibus Yutong se comentó con placer la refrescante ocasión para espantar al estrés y para ir cerrando las actividades veraniegas.





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