El Memorial
Mártires de Barbado, único de su tipo en el país y enclavado en el centro de la
ciudad de Las Tunas desde varios años, es un sitio de permanente recordación a
los caídos en el sabotaje norteamericano a un avión cubano cargado de esgrimistas
triunfadores, hace hoy más de cuatro décadas.
Cada año, el
6 de octubre, los tuneros se dan cita en el lugar donde vivió Carlos Leyva, uno
de los jóvenes victimas del horrendo crimen yanqui, y justamente situado en la
calle Lucas Ortiz.
Allí, acude
la ciudadanía a reforzar los conocimientos sobre el hecho, y especialmente lo
hacen estudiantes de las diferentes enseñanzas.
Hoy,
declarado Día de Lucha contra el Terrorismo, los tuneros se suman al dolor de
los cubanos por tantas pérdidas de vida a través de los casi 60 años de la
Revolución, como resultado de la feroz política norteamericana para tratar de
intimidarnos.
Dolorosamente,
Las Tunas ha aportado a la enorme lista de crímenes del imperialismo, entre
ellos los caídos en la Lucha Contra Bandidos y Ramón López Peña, asesinado en
la frontera de la ilegal Base Naval de Guantánamo.
Los muertos
se suman a las bastas presiones con el obsoleto
y brutal bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, con la pretensión de rendir a
la nación por hambre y miseria. Sin embargo, lo que han hecho es reforzar el
patriotismo y el antimperialismo de los cubanos, que no cesan de denunciar la
injusta política del poderoso vecino del norte.
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