Con la
llegada de marzo, transcurre el tercer mes del 2019 y con él, el histórico
comienzo a enderezarse los planes anuales de la economía, por las consabidas
demoras en arribos de barcos y la concreción en firme de los planes de
importaciones y exportaciones.
De ahí que sea el mes del inicio de las posibles mejoras
en los abastecimientos de mercancías de
distintos fines, especialmente las relacionadas con renglones alimentarios para
los diversos encargos sociales.
En estos
tiempos, de apuros de fin y principio de años, las principales atenciones están
en los suministros de harina para las diversas producciones, aceite, pollo y
piensos para los incrementos de huevo y carne de cerdo. Decide en esto, las
entradas de materias primas para las mencionados destinos.
Las
carencias en viandas, hortalizas, granos y frutas son más entendibles por la
población, pues Las Tunas y el resto del país atraviesan una intensa sequía que
perjudica a humanos, animales, plantaciones, medio ambiente y demás elementos
del entorno. Esto se siente más en el
territorio porque solo el 2 por ciento de las áreas cultivables están bajo
riego. No obstante, tienen influencias determinadas insuficiencias subjetivas,
que limitan en mejores resultados en los diferentes frentes del Sistema de la
Agricultura.
La población
anda con las preocupaciones a cuestas por las anunciadas complicaciones con las
financias del país y el recrudecimiento del bloque de Estados Unidos contra
Cuba. A eso se suma la complicada situación internacional en América Latina y
el Caribe con la arremetida del imperialismo yanqui contra Venezuela con la
pretensión de invadirla.
En conjunto, combinan un ambiente de
limitaciones económicas para nuestros pueblos hermanos, aparejado con el
desembolso extra que ha significado la rehabilitación de los daños ocasionados
por el destructor tornado que atravesó a finales de enero a cinco municipios de
la capital cubana.
Frente a
todas las adversidades se imponen las decisiones del Gobierno, la solidaridad
nacional e internacional y la voluntad del pueblo, que nuevamente acciona con
inteligencia para sobreponernos a todo y salir victoriosos.
En el estado
político moral de los cubanos retumba la importante victoria concretada en las
urnas, el 24 de febrero, con la aprobación mayoritaria de la Constitución de la República, que reafirmó
la decisión de seguir adelante el autóctono y democrático proyecto
revolucionario para beneficio de todos con el legado de Fidel.
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