Temprano en
la mañana cumplí con el deber patrio de votar afirmativamente por la nueva Constitución de la República, en el
colegio situado en el seminternado Toma de las Tunas, de la capital provincial.
Delante y
detrás de mí, los vecinos del barrio acudían masivamente a las urnas, que
nuevamente funcionaban individualmente en un cúbilo y luego se depositaba la boleta en
una urna custodiada por una pareja de pionero: una hermana y un varón.
El colegio
está debidamente adornado y con la presencia de símbolos patrios, pues se
asiste con la convicción de acudir a un acto patriótico, que coincide con el
124 aniversario del inicio de la Guerra de 1895, dirigida por José Martí.
Generalmente
mis vecinos han manifestado que votarán Sí por la Constitución de la República
porque significa la continuidad de la Revolución con todos y para el bien de
todos, como proclamó José Martí.
Los
distintos factores de Las Tunas prevén que la mayoría de los 400 mil tuneros
que asistirán a las urnas lo hagan positivamente, en agradecimiento a lo tanto
que ha contribuido la Revolución al desarrollo integral del oriental territorio.
De la cifra
global, seis mil 214 participan por primera vez en el referendo constitucional,
pues no tenían edad o no había nacido en el anterior, realizado el 15 de febrero
de 1976.
Incontables
esfuerzos organizativos se realizaron con anterioridad para disponer de
distintos aspectos que contribuyan a un proceso limpio, transparente y
simbólico, donde cada cual vote por convicción y no por presión
propagandística..
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