Los moradores de las viviendas de la cuadra donde
está enclavado el seminternado Toma de Las Tunas, en el reparto Aurora de la ciudad capital, sentimos que transcurre una
semana atípica porque no se escucha el normal ajetreo y bullicio que engendra
el curso escolar.
La
semana de receso docente genera la tranquilidad barrial como en toda parte de
Cuba y hace que los niños se dediquen a descansar, pasear o jugar sin
compromiso escolar.
Se
siente la ausencia de constante llegada de vehículos con muchachos y tras ellos
el necesario bullicio, pues decenas de infantes de todos los grados de la
Enseñanza Primaria alborotan en las mañana, a la hora del receso, el almuerzo y
la despedida.
Quienes
no tenemos hijos de esa edad añoramos tan apasionados momentos, que marcan
tanto en la vida y en desarrollo familiar.
Pareciera
como si estuviéramos en la etapa vacacional, en la cual este reparto
residencial disfruta de la tranquilidad ocasionada por la disminución de la
presencia de niños.
El
lunes termina el período de silencio y volverán los instantes de bullicios
característicos del curso escolar, que por cierto anda por la recta final el
correspondiente al 2014-2015.
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