Unos
con menos razones que otros, pero todos los tuneros manifiestan
insatisfacciones por el inestable
abastecimiento de las producciones agropecuarias, en los mercados, y por tanto
ninguno de los renglones locales cubren las necesidades.
Desde
hace años, las demandas están por encima de las ofertas, pese a los ascendentes
suministros por los innumerables programas diseñados por el Estado, como la
agricultura urbana, el incremento de los precios para los productores y el
aumento de la entrega de tierra a más de 15 mil usufructuarios.
Una
especie de concertación entre productores estatales, cooperativistas y propietarios
privados se manifiesta en el despliegue de tan decisiva misión social.
Hablamos
de resultados en la provincia que objetivamente está afectada por una sequía cíclica, incluyendo las escasas
precipitaciones hasta en los meses de primavera, desde hace años A ello se une, el poseer menos del 15 por
ciento en las áreas cultivables bajo riego, la más baja del país.
A lo
anterior se le suma la mala calidad de los suelos, la invasión de la
salinización, la pobre infraestructura industria al para enfrentar el procesamiento
de frutas y vegetales y.la lenta generalización en la incorporación de abonos
orgánicos a las áreas.
Sin
embargo, las cuestiones subjetivas son
mayorías en el grupo de problemas. Téngase en cuenta las disímiles
dificultades detectadas en la engorrosa
cadena de la contratación, la comercialización y la distribución. A eso se le suma que solo el 60 por ciento de lo
convenido se entrega para la distribución a los mercados estatales y el resto
se desvía hacia los destinos de los cuentapropistas, trayendo como consecuencia
que no se bajen los precios de las mercancías.
Múltiples
insuficiencias se registran en los diferentes eslabones de la producción.
Ante
tal panorama son frecuentes las llegadas de vianda, vegetales y frutas desde
las provincias occidentales y centrales por convenios establecidos
y
gestiones empresariales.
Aunque
no se llegan a los parámetros demandados se hacen esfuerzos en el impulso a renglones
claves para la sustitución de importaciones como leche, granos, conservas de
tomate y frutas, así como una amplia gama de encurtidos para ensaladas.
Como
consecuencia de lo expuesto, Las Tunas no se autoabastece con la producción
agropecuaria, lo cual obliga a constantes gestiones en otras provincias para
que sean menores los déficit. La leche en polvo y el pollo no se han podido
librar de las importaciones, como en el resto de la nación, sin contar la
ausencia de la carne de res en el mercado y las limitaciones en la porcina.
Los
retos y las proyecciones no cesan con la finalidad de cercamos cada vez a los
niveles de productos agropecuarios que demandan los tuneros.
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