Anduvimos
rondando por las múltiples variantes que se ofrecieron en Las Tunas por el 14de Febrero, Día del Amor y la Amistad. Cada una de ellas ofrecía encantos para
pasarla de maravillas.
.Varias
captaron la atención, pero finalmente Sonia Peña Valdés me ayudó a seleccionar
la más apropiada a nuestros 35 años de matrimonio y casi 40 de relaciones
amorosas.
Tuvimos en
cuenta el día con ribetes invernales para pasarla en intimidad y calurosamente
con la compañía de nuestro hijo Reinier, que anda por el quinto año de Medicina.
Aunque los tres tuvimos que levantarnos a las 4:00 am de la mañana para acudir
a la feria comercial dominical a completar los recursos necesarios para la
especial jornada.
La mañana se
amenizó con un nutritivo desayuno conformado por café con leche de vaca, hecho
a muestra tradicional manera, con pan fresco, con una guarnición perfecta y
poco común en la mayoría de los hogares cubanos: jamón, chicharrones y tomate.
Luego
vendría la preparación de la carne de cerdo, la cocción de todos los alimentos
para el almuerzo y la comida, con la compañía de las correspondientes cervezas enlatadas
Conocí que
muchas parejas que peinamos cañas como nosotros festejamos de manera parecida,
al tiempo que las jóvenes encontraron las maneras más apropiadas en hoteles,
restaurantes, cabaré y otros espacios habilitados para darle cauce al amor.
Junto a esas
divinas maneras de agasajar a la “media naranja”, estuvieron las flores, las
fotos, las postales y los telegramas enviados a los ausentes de casa por
disímiles razones.
No fueron
poco los ciudadanos que tuvieron que conformarse con la adquisición de flores
para depositarlas en las tumbas de las personas amadas, en medio de una
combinación de nostalgia, homenaje y respecto.
Todos los
flechados por el amor, en una jornada tan memorable, encontraron la manera más
apropiada para cultivar una de las más bonitas tradiciones en Cuba y muchas
partes del mundo.
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