Te cuento que en Cuba, pueblo antillano de mucha participación de las masas en distintas tareas sociales del proceso revolucionario, se encuentra el movimiento de Patio de Referencia en la Agricultura Urbana, que tiene 27 subprogramas relacionados con el impulso de la producción de alimentos para los propios productores.
Pues un buen ejemplo de eso lo encontré cuando llegué al hogar habitado por Rigoberto Ávila Rodríguez (68 años), Gloria Escobar Rodríguez, esposa; el hijo Francisco y el nieto Denys.
Te hablo de la casa situada en la calle 23 número 76-A, barrio La Loma, en el reparto Batey, pueblo de Chaparra, capital del municipio de Jesús Menéndez, en la oriental provincia de Las Tunas.
Argumento que tal desarrollo ha permitido que la familia tenga la condición de Patio de Referencia Provincial y este propuesto a la categoría Nacional.
Aunque puedas pensarlo imposible, en unos siete cordeles de terreno, se desarrollan en jaulas 70 conejos y en corrales, tres cerdos. En los alrededores el verdor y la sombra deslumbran, pues existen unas 70 variedades de frutales, 120 matas de café, un plantío de Palma Real y cultivos de viandas como boniato, plátano y yuca, así como a una colmena.
Te presento a Rigoberto como un hombre mediano, delgado, consagrado desde los tiempos de trabajador y estimulado por lo que le reporta el patio para el autoabastecimiento familiar.
Vivamente emocionado, el vivaracho hombre dijo: “Hay que trabajar mucho, pero se ve la producción. Siempre tengo algo que hacer para prosperar. El apoyo de la familia es fundamental.”
Los demás integrantes, a su alrededor, reafirmaban las expresiones del cabeza de núcleo, y la esposa Gloria puntualizó: “Cuando cumplo mis obligaciones como trabajadora, vengo a combinar las labores del hogar con las del patio para que las cosas avancen.”
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