Al oscurecer
de este 24 de diciembre, emblemática Noche Buena de tremenda carga de leyenda y
tradición en Cuba y muchas partes del mundo, mi familia volvió al restaurante
2007 a disfrutar de sus ofertas en tan significativa fecha.
Esta foto
fue tomada al frente del acogedor inmueble, después de la sabrosa cena que
retomaba una preferencia familiar y de muchos tuneros, buscadores de la alta
cocina y del amable trato en Las Tunas.
Les fuimos
con tremendo apetito al bisté uruguayo acompañado y al enchilado de camarón,
acompañados con congrí moro cristiano, chicharrita y ensalada de pepino,
lechuga y col. Después vendría el exquisito flan como estelar postre en el país.
La
distinguida cerveza Bucanero para cubanos y extranjeros, armonizó con los
alimentos en la feliz estancia en el restaurante símbolo de la gastronomía
tunera.
Hace un buen
tiempo que este matrimonio con sus dos hijos adorables (Rainer, ingeniero
informático, y Reynier, médico) no visitaban esta unidad insigne.
Aunque el
bisté era de cerdo, lo preferimos, en vez de quedarnos en un lateral de la
instalación a cenar con macho asado, como es tradicional en la ocasión en el
bravo Oriente Cubano.
Antes y
después del estelar momento alimentario, disfrutamos de parte de las ofertas de
la acogedora Noche Tunera en el tramo de la céntrica calle Vicente García,
convertida desde hace algunos años en el mayor atractivo semanal de la urbe
para la recreación sana del pueblo con la acertada combinación de gastronomía,
actividades culturales, deportivas, comerciales y otras en plena vía y en
unidades en los laterales.
Esta
acogedora noche sería la antesala de la actividad hogareña con un pernil de
cerdo asado en horno, este lunes 25, día feriado y de Navidades por el nacimiento
del niño Jesús, como dicen los religiosos. Y que en Cuba creyentes y no
creyentes disfrutan de una jornada de descanso laboral o de ritos, según el
caso de cada persona o familia.
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