viernes, 21 de abril de 2017

Frente a daños inesperados

Aunque se han restablecido los servicios eléctricos y telefónicos y se han retirado cuantiosos volúmenes de basura, todavía muchos trabajadores y familiares se encuentran en zafarrancho de combate contra las afectaciones de las tormentas locales severas del martes en las ciudades de Las Tunas y Amancio.

A las zonas céntricas se han devuelto el esplendor higiénico, pero en las periféricas sigue la recogida de hojas y ramas de árboles y otros desechos.
Techos de viviendas e instituciones continúan recibiendo restauraciones; mientras, los derrumbes totales de hogares esperan por los cálculos definitorios de los cuantiosos daños y las correspondientes  asignaciones de materiales para las construcciones.
La labor de corte y traslado de la madera aprovechable en aserríos y en leña continúa en viviendas e instituciones de diversos repartos.
Como en las zonas urbanas de la provincia de Las Tunas abundan las arboledas de árboles frutales, es lastimoso el embate de los vientos contra las matas de mangos, que están en proceso de maduración; no obstante, los frutos aprovechables  se utilizan en jugos, batidos y dulces caseros.
En mi andar por distintas partes de la capital, aprecié los cuantiosos destrozos , pero me condolió sobremanera la devastación en el motel Los Pinos, donde se desprendieron tejas de cinc de techos de cabañas, restaurante, teatro, área de fuegos, baños, tienda y otros espacios, con la correspondiente afectación por humedad a muebles y otros recursos. En el contorno árboles maderables y frutales fueron al piso. Mucha madera se puede usar, pero se perdió buena  cantidad de mango que estaba etapa de crecimiento.   
Desde el paso de los huracanes Ike y Paloma por la provincia en el segundo semestre del 2008, los habitantes de las ciudades de Las Tunas y Amancio no sentían tanta furia de los vientos. Y por consiguiente, el dañino impacto en varios frentes económicos y sociales.
  


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