Cuando
hablamos del Proceso de Rendición de Cuenta de los Delegados a sus Electores,
nos referimos a un paso genuinamente democrático en Cuba, en el cual están
vinculados todos los factores de la sociedad a nivel de barrio.
Nos
podemos darnos el lujo de hablar frente a frente con el representante barrial
en la Asamblea Municipal y con otros directivos de diversos niveles, quienes
son los encargados de tramitar las preocupaciones de la población.
Por
eso en estos intercambios salen soluciones con la participación de los
moradores de cada comunidad y aquellos de mayor envergadura se elevan para que
se proyecten en los respectivos planes de los organismos implicados.
Aquí
se ve bien claro el poder del pueblo, desde la base. Por eso, se precisan
detalles sobre la organización y los aseguramientos para el Primer Proceso de
Rendición de Cuentas del Delegado a sus Electores, correspondiente al XVI Mandato de las Asambleas Municipales del
Poder Popular, previsto del primero de noviembre al 15 de diciembre.
Se
insiste en la necesidad de preparar bien cada reunión con el interés de seguir
logrando altos índices de asistencia de los pobladores como reflejo de la confianza
de las masas en la democratización de su proceso revolucionario.
Se
pronostican más de tres mil reuniones en las 674 circunscripciones de la
provincia, o sea, en las estructuras de base del Gobierno popular. Una alta
significación tendrán los 294 delegados, que por primera vez intercambiarán
ideas con sus electores.
Con
una buena situación se llega a estas reuniones, pues de los 45 mil 528
planteamientos registrados en los cuatro procesos del anterior mandato, hasta
el último parte oficial, se había solucionado 40 mil 236 para el 88,3 por
ciento.
Entre
los impactos en las respuestas a las preocupaciones de las masas figuran la apertura de 16 rutas de
transporte, la reparación y mantenimiento de 376 kilómetros de vías urbanas y
otros mil 472,6 de caminos rurales, 102 escuelas, 127 consultorios médicos, 130
bodegas, 68 parques infantiles 42 círculos socioculturales, la restauración y
cambio de mil 267 luminarias y la electrificación de 24 barrios.
Razones
suficientes para realizar un proceso de calidad, pues en él se cifran las
esperanzas de las masas para seguir mejorando las condiciones de vida, con
correspondencia con los principales propósitos en la actualización del modelo económico
y social de Cuba.
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