miércoles, 28 de octubre de 2015

Una patriótica tradición

  
Las aguas del Océano Atlántico, por el norte, y del Mar Caribe, por el sur, conjuntamente con espacios de agua dulce de la oriental provincia de Las Tunas, muestraron sus bondades para recibir las flores que cada 28 de octubre deposita el pueblo para rendirle sincero homenaje al querido Comandante CamiloCienfuegos Gorriarán.
La ciudadanía fue a expresarle honor, pues de antemano sabía que no brotará físicamente del fondo del mar, que lo inmortalizó cuando lo desapareció en aquella turbulenta tarde de 1959 cuando regresa en un avión de Camagüey a La Habana.  
Por calles, carreteras y terraplenes transitaron los tuneros hacia el encuentro con la historia en las aguas, que simbólicamente retienen la imagen y los recuerdos de uno de los mejores hijos de la Patria.
Muchas sonrisas de niños, jóvenes y mayores de los ocho municipios de Las Tunas se descubrieron frente a cada espejo acuífero, que llevaba y traía a las flores depositadas para que se encontraran con los recuerdos del hombre de espesa barba, y que al propio tiempo parecían la extensión de una de las características del querido Comandante del sombrero alón.
En ningún gesto se percibió tristeza, porque se anduvo con la convicción de encontrarse en silencio con el entrañable héroe, que desde la guerra hasta el triunfo de la Revolución conquistó una inmensa admiración de la mayoría del pueblo cubano que lo distinguió como un combatiente sencillo, ejemplar y fiel, al líder histórico, Fidel Castro.

Así transcurrió este miércoles memorable, insertado en la memoria del pueblo y que se proyectó hacia lo infinito como una genuina tradición, convertida en patrimonio de los cubanos de buena fe.

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