jueves, 8 de septiembre de 2016

Desafíos a 8 años del huracán Ike

Cuando actualmente se habla de una tormenta tropical, que afecta a Cuba y al Caribe, en Las Tunas recordamos que el 8 de septiembre del 2008 el huracán Ike afectó fuertemente a la provincia, y días más tarde remató El Paloma al poblado costero de  Guayabal, al sur del municipio de Amancio.

En medio del funesto recuerdo, los tuneros siguen avanzado, pero desean cambios en la actual situación de sequía, que pudiera paliarse con lluvia, fundamentalmente en las provincias de peores acumulados de agua en los embalses como Las Tunas.
Generalmente se desean aguaceros sin vientos para no sufrir consecuencias parecidas a las dejadas por los mencionados eventos meteorológicos, que costaron cuantiosas pérdidas entre ellas la destrucción de cientos de instituciones socioeconómicas y más de 80 mil viviendas.
En los severos estragos estuvieron las plantaciones de cultivos varios y caña, que incidieron tremendamente en la alimentación de la población y en los planes de la economía.
El inmenso derribo de árboles disminuyó el porcentaje de áreas boscosas, lo cual influyó en que Las Tunas se alejara más de la media nacional en dicha material.
Todo eso obligó a emergentes planes de restauración en todos los sentidos con el esfuerzo interno, la ayuda nacional, la contribución de varias provincias y la colaboración internacional como la presencia de una brigada de linieros, que repuso parte del tendido eléctrico en zonas costeras de los municipios de Jesús Menéndez y Puerto Padre.
El préstamo de grupos electrógenos ayudó al paulatino restablecimiento del uso energético, después del gran apagón por la destrucción de postes, transformadores  y tendidos eléctricos, que se fueron reponiendo por zonas de prioridades internas.
A ocho años del enorme desastre natural, se han restablecido las instituciones con menores condiciones y se anda por alrededor del 90 por ciento de la rehabilitación de los hogares, pues en esto último el territorio salió de la ubicación de deficiente en el fondo habitacional y avanzó entre regular y bien, como promedio. Surgieron comunidades y barrios totalmente nuevos, como el reparto José Martí, en Guayabal, conformado por biplantas con distintos servicios en beneficio local.
Se han rescatado las áreas de cultivos varios con mayor amplitud y distribución de variedades como resultado de la creación de más de 30 polos productivos, el incremento de la entrega de tierra en usufructo y intenso esfuerzo en lña organización y exigencia del sistema de la agricultura, timoneado por la delegación provincial del ramo y la ANAP.
La reforestación ha aumentado y ya se sobrepasa el 18 por ciento la superficie boscosa de la zona, aunque todavía anda por debajo de la media nacional.
Las reposiciones eléctricas y telefónicas han ampliado en instituciones, barrios y viviendas. Entre ella, la explosión tremenda del uso de internet en varios niveles de la sociedad, con la extensión novedosa de los celulares móviles y las zonas con Wifi.
Aunque ningún sector se escapó del terrible embate atmosférico, enumeré aspectos claves, en lo que se ha trabajado intensamente con las correspondientes aplicaciones de las Nuevas Tecnologías.
Sin derrota ni pesimismo los tuneros enfrentaron los estragos y se afincaron para avanzar en todos los órdenes del desarrollo integral y el mejoramiento de las condiciones de vida, por eso siguen atentos a las informaciones del Instituto de Meteorología con el deseo de que les pronostique lluvias para mejorar en sentido general, especialmente en los embalses, pero sin ráfagas de viento.


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