Hacía tiempo
que Baracoa era un sueño para mí, por no tener vivencias sobre ella, a pesar de
su renombre nacional e internacional, con basamentos en las bellezas naturales,
la fama de tener muchos ríos con el Toa como el más caudaloso de Cuba, el reinado
entre las regiones cubanas cultivadores de cacao y el impresionante viaducto La
Farola.
Últimamente se distingue por la agilidad con la que sus
hijos en la recuperación de los enormes daños ocasionados por el huracán
Mattews.
Al fin puede
conocerla en compañía de mi esposa y el hijo menor. Los tres quedamos
gratamente impresionados al recorrer sus calles y escuchar interesantes datos
sobre historia, cultura, tradiciones, idiosincrasia y otros distingos.
Supimos particularidades
sobre el municipio más montañoso del país con 82 mil 700 habitantes y los
esfuerzos desplegados en saludo al 15 de agosto, cumpleaños 507 de la capital,
pues fue la primera villa de la nación,
fundada por el español Diego Velázquez, y de ahí el ganado renombre de Ciudad
Primada de Cuba.
Al andar
conocimos que las peculiaridades acuñan la existencia de 29 ríos, varias playas
y un potencial en coco, cacao, café y
forestal. Desde la década del 90 el turismo integra las principales fuentes económicas.
Nos
informaron que el hospedaje tiene como símbolos a los hoteles La Rusa y El
Castillo y que la capital, asentada tan próxima al litoral marino ,
frecuentemente recibe el baño de las
olas, con preponderancia en tiempos de agresivos fenómenos atmosféricos como ocurrió
cuando los huracanes Mattews e Irmas.
En medio del
interesante recorrido, motivado por las curiosas miradas sobre el entorno y las
emotivas explicaciones, indagué por colegas, y casualmente estaba cerca del
telecentro Primadavisión, frente al cual me detuve momentáneamente para dejar
un silencioso saludo al colectivo, que solo conozco por reportes en la
televisión nacional. En el caso de la emisora, me señalaron la dirección de su
ubicación, pero no pude llegar, a pesar que conocí a cuatro periodistas en
Santiago de Cuba y La Habana, que no sé si permanecen activos.
En las
múltiples atracciones estuvieron las narraciones sobre el Pelú de Baracoa, una
leyenda pueblerina sobre un español radicado allí y acogido como un personaje
pintoresco, que mereció una escultura en plena calle y que la población menciona
cada vez que tiene algún fracaso, pues lo achaca a su maldición, impregnada
entre las leyendas locales.
También captaron
la atención los esbozos sobre la importante visita de Raúl cuando los destrozos
del Mattwes y la decisiva contribución de Venezuela para construir el puente
sobre el río Toa y así restablecer las comunicaciones con Moa, en la provincia
de Holguín.
Los
llamativos comenzaron antes de arribar a la urbe, pues a visitantes nacionales
y extranjeros les motiva la pintoresca y zigzagueante travesía de sur a norte por áreas del grupo
montañoso Sagua-Baracoa, desde Imías, compleja vía terminada en 1965 y
declarada en 1997 como la séptima maravilla de la Ingeniería Civil Cubana.
El singular
viaducto La Farola cuenta con 30 kilómetros, 365 curvas, 11 puentes volantes,
numerosos farallones y con el punto más elevado en el Alto de Cotilla a seis
mil metros sobre el nivel del mar y
desde su curioso mirador puede divisarse el sur y el norte de la zona. Allí hicimos
un alto para desayunar y mi hijo Reynier tuvo que apelar a su condición de
médico para asistir a una colega camagüeyana, desmayada ante las impresionantes
vistas sobre el entorno desde la cima del puesto de mira. También adquirimos
tabletas de cacao, cucuruchos de coco, la dulcísima y alargada piña cubana,
mango, café en sobres criollos y otras ofertas de vendedores ambulantes.
Las
atracciones del viaje incluyeron los interesantes paisajes a través de los 162
kilómetros que separan a la Primada de Cuba de la ciudad de Guantánamo, con
énfasis en las variaciones de la
vegetación, desde semidesértica en territorio de Imías hasta copiosa, en las
proximidades de Baracoa, favorecida por las frecuentes lluvias..
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