lunes, 10 de septiembre de 2018

En busca de tranquilidad en el Carnaval


Con las cercanías del Carnaval de Las Tunas, las instituciones precisan  acciones conjuntas para ayudar a la tranquilidad ciudadana durante los tradicionales festejos, previstos del 20 al 23.

Las esperadas y merecidas fiestas populares requieren que se ande con cordura para contribuir a que la población disfrute a plenitud, sin la ocurrencia de hechos de connotación.
Agentes del Orden Público y organizaciones  encabezan la concreción de medidas para contribuir a que la población ande a sus anchas  con garantía para pasarla bien, aunque haya que aplacar cualquier manifestación de elementos indisciplinados. o provocadores de alteraciones públicas.
Se recomienda que las personas vayan a las fiestas sin portar armas blancas ni objetos punzantes para disminuir las complicaciones en las posibles discusiones o reyertas.
Es recomendable que ante las enormes aglomeraciones de público en las distintas áreas se eviten groserías y chistes que ocasionen malestares a los que se divierten a distintas maneras. .
Quienes anden con personas pasadas de tragos pueden ayudar a que no traspasen los límites de lógicos elogios a parejas de bailadores, personas llamativas y otras cuestiones vinculadas con gracias personales a fin de que no desencadenen en molestias individuales o grupales.
No debe esperarse por la presencia de autoridades del Orden Público e inspectores para promediar ante cualquier expresión de anormalidad, que conspire contra el sano ambiente de alegre esparcimiento.
La diversidad de ciudadanos vinculados con las múltiples prestaciones de servicios tiene una labor importante en el desempeño de adecuadas funciones para minimizar  los casos de expendios con dudosos gramajes, demoras, vueltos incompletos, preferencias con clientes y otros elementos que  provoquen disgustos o discusiones.
Quienes se consideren perjudicados ante cualquier maniobra turbia de vendedores pueden reclamar sus derechos hasta la saciedad, pero se requiere que lo hagan con adecuados modales para que todo transcurra de manera razonable, sin llegar a faltas de respeto.
Cada persona y familia debe entender que antes de salir de casa a carnavalear tiene que asegurar puertas, ventanas, patios y demás cuestiones claves para garantizar la protección de los bienes, y no dar cabida a individuos inescrupulosos que busquen la sustracción de materiales ajenos. Parecido sentimiento de pertenencia se requiere en colectivos laborales y cooperativos para evitar robos con perjuicios para muchos.
Aquellos que dependan de movimientos de vehículos tienen la responsabilidad de no permitir que los choferes conduzcan bajo los efectos de bebidas alcohólicas  con la finalidad de prevenir accidentes del tránsito.
El enorme esfuerzo institucional para garantizar cuantiosos recursos materiales, fortalecer las tradiciones culturales y favorecer la distracción de las masas, merece un acompañamiento ciudadano de respeto y confraternidad con familias, vecinos y visitantes para que las fiestas transcurran con la mayor tranquilidad y lucidez posibles.





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