miércoles, 5 de septiembre de 2018

De vuelta a una exclusividad


Con orgullo los guantanameros afirman que poseen el único Zoológico de Piedra del mundo, ubicado en una loma del municipio de Yatera, y que encanta a visitantes foráneos y nacionales.
Hasta allí llegamos un grupo de vacacionistas, muchos a refrescar momentos anteriores y otros a disfrutar por primera vez de los atractivos.
Mi familia como tantas quedaba maravillada a cada paso del recorrido; mientras, yo, que venía por tercera ocasión, también volvía a emocionarme. Encontrábamos elementos novedosos para fomentar la admiración por el exclusivo sitio.
Las muchachas-guías que explicaban durante los dos kilómetros del itinerario contribuían a incrementar los elogios al emblemático museo al aire libre, inaugurado el 21 de diciembre de 1977, gracias a la ingeniosidad del destacado escultor empírico  Ángel Iñigo Blanco y de la continuidad de su hijo con nombre homónimo.
Sus argumentos  influían en el  conocimiento sobre el pintoresco lugar, conformado por 426 piezas talladas en piedras calizas, en el mismo punto donde las fueron localizando, y que según la magnitud de la roca y del animal concebido, utilizó adecuadas herramientas para conformar la idea en el menor tiempo posible y con la mayor aproximación a los rasgos físicos de cada especie.
Cada comentario alababa el alto poder creativo del artista para esculpir las obras con tanta presión, desde las muestras en miniaturas hasta las de varios metros de altura, y con reflejo de la fauna de todos los continentes.
En un momento del animado trayecto, compartí criterios con la guía sobre el aporte de Iñigo con obras para las entradas al motel El Cornito y el Parque Zoológico, importantes centros al sur de la ciudad de Las Tunas, en la oriental provincia del mismo nombre.
No faltaron las emociones en el zigzagueante andar por el trillo entre esculturas y bajo la arboleda de plantas frutales y maderables..
Los más afortunados pudieron aliviar la sofocante y ascendente caminata saboreando exquisitos mangos Toledo, encontrados a la vera de la vía.
Cargados de conocimientos y halagos a los creadores y conservadores del emblemático zoológico, nos despedimos amablemente en un caluroso mediodía de fines de agosto.
Fuimos a refrescar el ambiente  a unos kilómetros con un bailable en el  Changuí de Pipi, en la capital del municipio de Yatera, donde dicen los moradores que surgió el contagioso ritmo que luego llevaron a la Loma del Chivo, en la ciudad de Guantánamo, donde se le dio vuelo e incremento el arraigó en la población de la urbe, y la popular Orquesta Revé lo ha extendido por el país y el mundo  hasta inmortalizarlo con un festival nacional con participación de famosos artistas.


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