Créeme que cuando seguí las discusiones sobre la marcha de la economía en el oriental territorio de Las Tunas, en el seno del XI Pleno del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba, sentí un estímulo grande porque se rescataba un principio básico de la filosofía marxista-leninista para el desarrollo: sobre la base económica se sostiene la superestructura de la sociedad.
Te profundizo cuando expreso que el asunto nunca estuvo ausente en medio de las valoraciones políticas, pero no con la profundidad y el acento de ahora en cada uno de los indicadores, especialmente en los que necesitan mayor impulso.
Solo te digo que la producción mercantil se encuentra al 101 por ciento de cumplimiento y no te enumero más cifras para no atibórrate con ellas, pues para mí lo más importante fue el ensayo sobre cómo debe particularizarse en los indicadores para que los números globales no opaquen a las partidas con menores resultados y lógicamente más necesitadas del reforzamiento del trabajo.
Argumento que con la envestidura del papel de la economía se andaba por los caminos de la actualización del modelo cubano, que sin desespero y con mucha cautela se fortalece con la decisión y la voluntad de los cubanos, sin escuchar los designios de quienes quieren la destrucción de la sociedad cubana, creada para bien de todos, sin importar la raza, el sexo ni el credo de los ciudadanos.
Te digo más, la manera clara de analizar los problemas y la puesta en práctica de correcciones, dijeron mucho de la capacidad de respuesta del Partido para cada asunto y la voluntad para seguir avanzado.
Así Las Tunas fortalece las condiciones para cerrar un año con satisfactorios resultados económicos a pesar del férreo bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba, la influencia de la crisis económica mundial y los efectos de los cambios climáticos como la prolongada sequía.
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