Con
acierto se dice que recordar es volver a vivir. Por eso, ahora que en el sector
agropecuario aplican vías y métodos que buscan acelerar el ascenso en la producción
de alimentos para el pueblo, en Las Tunas es bueno detenerse en las enseñanzas
dejadas por la División Mambisa Mayor General Vicente García González, que
recientemente festejaron porque cumpliría 20 años de fundada.
El
fomento de polos vianderos, fincas y el Programa de la Agricultura Urbana, Suburbana
y Familiar, pudieran tener parte de los orígenes de aquella fuerza que con más
de cinco mil integrantes dignificó a los hombres y a las mujeres del surco y del
sol, que durante los 13 años de existencia, lograron la hazaña de cosechar
siete millones 237 quintales de viandas, hortalizas, granos y frutas, en
momentos complejos de la economía que se popularizó la frase de Raúl: los frijoles
valen más que los cañones.
Muchos
de los que hoy participan en las labores agropecuarias proceden de la
mencionada estructura, que se extendió por los municipios, en coherente mezcla con
la historia, pues bautizó a sus frentes,
columnas y pelotones con nombres de próceres de la independencia en el
territorio con el objetivo de profundizar en el conocimiento de hazañas vinculadas
con Las Tunas.
La
singular emulación con el Cañón Mambí, como máxima distinción, impulsó la producción y reforzó los valores
patrióticos. Junto a eso, se avivó el quehacer en las comunidades con
agrupaciones, que se estimulaban con la rotación del estandarte.
De
allá a acá, el Sistema de la Agricultura ha tenido las lógicas
transformaciones. Ahora avanza indeteniblemente para sobreponerse a las
limitaciones y aumentar la producción, elevar las exportaciones y crecer en la
sustitución de importaciones. En ese andar, tiene importancia hacer un alto
para recordar a quienes en la etapa más difícil del Período Especial se
batieron bravamente con machetes,
azadones, bueyes, arados y otros medios rústicos para derribar marabuzales e
hierbazales, en medio de la escasez de ropa, zapatos, maquinaria, combustible y
productos químicos.
Todavía
cuantiosos tuneros saludan a Róger Enrique Mastrapa Pérez con el seudónimo de
General Mambí, ganado por su consagración al frente de la potente fuerza
productiva, que mantiene entre sus atributos el rescate de las frutas que dan
nombres a barrios, la denominación del mercado agropecuario próximo al edificio
12 Plantas, en la ciudad capital, y la concepción del Jaleo Mambí, que actualmente se efectúa en
las cercanías del 26 de Julio y del Primero de Enero con la finalidad de
aportar diversos recursos para las celebraciones populares.
Aunque
adscriptos a otras condiciones y estructuras, los miembros de la División
Mambisa siguen presentes entre los actuales protagonistas de la campiña, que se
esfuerzan frente las adversidades para salir adelante con espíritu de victoria.
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