sábado, 21 de enero de 2017

Honores a Martí


Aunque vayas muchas veces al Mausoleo a José Martí, en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba, no se reducen la simbología del entorno ni el compromiso patriótico de rendirle permanente tributo.
Ahora, con la cercanía del monolito de piedra que guardia las cenizas de Fidel, se incrementa la significación de la visita al lugar.

Después que había depositado las flores que llevaba delante sitio dedicado al Líder Histórico de la Revolución Cubana, me encaminé siguiendo la tradición hacia al punto especial para Martí, con el corazón cargado de ideas para mantener la fidelidad a la inmensa obra del Apóstol.
Tranquilo y silencioso recorrí el sitio sagrado. Junto a la guía repasaba la significación de cada detalle del emblemático lugar, que celosamente guarda el amor del Maestro por Cuba y América.
En las proximidades, me detuve junto a la multitud de visitantes nacionales y extranjeros a observar el cambio de la guardia de honor a Martí y Fidel, que con marcialidad lo hacía en paralelo.
Luego ascendí por los escalones del Mausoleo hasta los espacios habilitados para los visitantes. Me situé cerca de la imponente escultura de mármol blanco de frente a la salida del Sol, que pareciera como si el Gran Luchador estuviera pensando en las proyecciones presentes y futuras para consolidar la independencia de América, en general, y de Cuba, en particular. Allí fui sorprendido por el lente de la cámara de la colega y hermana, Aliuska Barrios Leyva, que andaba en el mismo grupo de viaje, conformado por cuadros del Partido, los medios de prensa y presidentes de la Upec de las provincias de Las Tunas, Granma y Holguín.
Volví a impresionarme cuando detuve la mirada sobre las rosas blancas delante de la urna que guarda los restos, cubierta por la Bandera Cubana, que diariamente permanecen como centinelas en el emblemático espacio.
Desde la mencionada posición, atisbé la parte superior de la cúpula por donde la guía había dicho que en momentos de cada día penetran los rayos solares como para iluminar el interior del Monumento, que se conserva en buenas condiciones.
Entre tantos detalles, envueltos en el patriotismo de Martí, mentalmente repasaba que la posición de su imagen escultórica, las flores, la Bandera y otros atributos del lugar hacen perenne homenaje a su petición en encendidos versos, que los cubanos guardamos celosamente como tesoros de lealtad a la Patria agradecida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario