Encuentros con
varios conocidos y gratos recuerdos al paso por numerosos sitios emblemáticos
se situaron en el borde delantero en mi semana de asueto en la Ciudad de los
Tinajones, como feliz conclusión de la vacaciones y la
recreación de verano.
Me atrapó la
estancia feliz en el motel Las Llanuras con su paquete de ofertas, conformados
por piscina diariamente, gastronomía, viaje a la playa Santa Lucía, el campismo
Los Canjilones del Río Máximo, la finca Ingenio Viejo y un recorrido por el
Centro Histórico de la Villa.
Al andar por
calles, parques, plazas, establecimientos comerciales y el emblemático Bulevar,
renovaron mis amplias vivencias y los recuerdos de tantas visitas, referencias
y amistades de Camaguey.
Con especial
atención me detuve en espacios insignes como el Parque Ignacio Agramonte, centros
comerciales de las calles República y Antonio Maceo, el Coppelia y la pizzería
El Gallito.
Me impactaron
diversos aspectos de las transformaciones urbanísticas de la ciudad legendaria,
y en especial la diversidad de ofertas gastronómicas en las instalaciones de El
Lago, sitio convertido en uno de los lugares más frecuentados por nativos y visitantes.
Nuevamente
las cosas nuevas y tradicionales de la Tierra del Mayor se asentaron en mi memoria
como de las mejores cosas vividas fuera de Las Tunas en el presente año.
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