viernes, 12 de mayo de 2017

Distingo a madres y compañeras

En la mañana de este viernes, el colectivo del periódico 26 de Las Tunas adornó el rostro y centró la inspiración en las madres del centro, que de paso lucían más bonitas que habitualmente.
Su encanto cotidiano parecía multiplicarse en medio de tanta fineza para que se sintieran más halagadas que de costumbre.

A la llegada al centro, los besos en las mejillas patentizaban la estimación a consagradas mujeres, que durante años han compartido victorias y ratos amargos, en el contexto laboral.
El salón de reuniones cambió la tonalidad semanal, al modificarse su estructura habitual, el personal no detenerse en asuntos cotidianos, valoraciones sobre proyecciones de trabajo, ni evaluaciones de aspectos neurálgicos, sino que se convirtió en escenario de asueto y estimulación a las féminas con descendientes, por celebrarse el domingo el Día de las Madres en Cuba y muchas partes del mundo.  
Las emotivas palabras del periodista José Armando Fernández Salazar engrandecían el entorno y el sentimiento de amor y respeto a las madres, que como soles iluminaban nuestro escenario.
Cada hombre, sin distingo de edad, portaba mayor delicadeza al comportarse cortésmente en la entrega de una alegórica postal con un cuadernillo de notas, a la compañera indicada por la comisión organizadora de la actividad, en medio de sonrisas, abrazos, elogios y felicitaciones.
La delicadeza se extendía al momento de repartir la suculenta merienda, acompañada con refresco y vino para que la parte sólida se digiriera mejor.
Una vez que las madres recibieron tan bonito gesto, el resto de las mujeres se unían al disfrute de los comestibles.
Posteriormente, los caballeros se aproximaron a la mesa para compartir el bufé preparado con esmero y colaboración colectiva.
De manera moderada, entre comida y trago afloraban los más diversos temas de ámbito personal, laboral, social, nacional e internacional.
Así, transcurrió una bonita y estimulante mañana. Era una antesala feliz para esperar el domingo en ambiente familiar, donde todas las madres volverán a ser congratuladas por sus descendientes, a la vez que lo harán con las suyas.



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